Epílogo

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Disclaimer: MARVEL & Disney no nos pertenecen. Sólo los utilizamos para diversión.

Por Asterie_



Regresaron de Roma por la madrugada, Natasha aún no podía creer todo lo que había sucedido en el Coliseo.

—No, cariño—gimió—No quiero levantarme.

Steve juntó las cejas, divertido por la actitud de la Viuda.

—Hemos llegado a la base, Nat.

—Voy a dormir en este puñetero quinjet—anunció, haciéndose un ovillo en su regazo—Además, estás muy cómodo.

El Capitán América negó con la cabeza, tomando a su compañera en brazos para bajar de la aeronave. La espía palmoteó e intentó patearlo, pero él era mucho más fuerte que ella.

—Estabas muy cómoda, ¿no?—retó.

Natasha iba a quejarse, reprender a Steve...decirle que alguien podría verlos, pero decidió mandar todo eso al carajo. Quería a aquel hombre con locura, él ya lo había descubierto, no tenía nada de malo que el mundo se enterara de eso.

—Demasiado, soldado—musitó, escondiendo la cara en su hombro y aspirando su aroma—Ahora, ¿va a llevarme a mis aposentos o espera tenerme en brazos toda la noche? ¿De qué privilegios goza?

Steve soltó una carcajada antes de llevar a Natasha a su habitación. Durmieron abrazados, sus manos entrelazadas encima del cuerpo de la pelirroja. Cuando ella se despertó, bufó de frustración; el Capitán había salido, no quedaba rastro de él.

"Nena, salí a correr con Sam y Bucky. Regreso a desayunar. -S".

—Maldito Capitán Bambi—murmuró la espía, antes de acomodarse de nuevo entre las almohadas, tomando la que había usado Steve—Ya me la cobraré, cuando menos te lo esperes.

La alarma de su móvil volvió a sonar, recordándole que tenía programado un desayuno con todos sus compañeros. Maldijo en todos los idiomas que conocía hasta irse a dar una ducha.

"Pensamientos fríos Romanoff. Thor tomando cloro; Tony comprándole una isla a un narco. Nada de excitación hasta que puedas estar sola con tu capitán".

Se desplomó en uno de los grandes sofás de la cocina principal de la base con una taza de café en la mano. Después de media hora, Steve entró riendo con sus mejores amigos; sus orejas enrojecieron inmediatamente al notar a la espía riendo con sus compañeras. Prácticamente todos los Vengadores se encontraban en la sala, buscando compartir el desayuno prometido por Tony.

—¿Entonces?—cuestionó Carol, al verlo reaccionar así—¿Quién ganó la apuesta?

Steve y Bucky se sentaron junto a Natasha, apretándose en el pequeño sofá, quien hizo una mueca de asco cuando Bucky le pasó un brazo por los hombros.

—¡A las duchas, Barnes!

—¿Por qué no respondes a la pregunta de Danvers?—se rio el soldado, abrazándola más.

El Capitán América solamente negó de la cabeza, sacando su botella de agua.

—No hay nada que responder —zanjó Natasha.

Todas las miradas se fueron directamente a Steve, quien se atragantó, escupiendo un poco de aquella agua. Sabía lo que pasaría con las palabras que Natasha había dicho.

7 Citas de San ValentínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora