Autocine

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Disclaimer: MARVEL & Disney no nos pertenecen. Sólo los utilizamos para diversión.


Por aroii_




—Entonces...

—¿Entonces? —Natasha miró a Tony mientras comían al día siguiente.

Steve y ella habían pasado la noche hablando de viejas misiones y se habían quedado dormidos en el sofá. Ni cama ni chill ni nada de nada. Además, una llamada al teléfono del Capitán a las siete de la mañana los había despertado y él se había marchado a S.H.I.E.L.D. para llevar a cabo una misión para Furia. Así que Natasha había vuelto sola al complejo.

—¿Anoche fue la gran noche?

Eso captó la atención de Wanda, Clint, Yelena y María, que compartían mesa con ellos.

—¿Gran noche? —la pelirroja se limpió con la servilleta.

—Ya sabes, una cama, dos personas, gemidos, sudor... —alzó las cejas de forma descarada.

—¿Con Steve? —Natasha rio— Solo llevamos tres citas.

Clint sonrió con picardía.

—Nosotros ni siquiera llegamos a la primera cita.

—Tú ni siquiera puedes considerarte un caballero, Barton.

El arquero se hizo el dolido mientras todos a su alrededor empezaron a reír y Natasha le lanzó un beso.

—Vamos, que te lo llevas a tu apartamento, le haces la cena, ven una película en el sofá, pasan la noche y no follan —María empezó a enumerar—. Pues vaya mierda, he perdido una apuesta. Me esperaba más de ti, Romanoff.

Yelena se frotó las manos y miró a todos sonrientes.

—Espero el dinero en mi cuenta bancaria, señoras y señores.

—¿En serio? —Natasha alzó una ceja— ¿Habéis apostado? ¿Y tú has apostado en mi contra?

—Hermanita, no tienes nada que hacer con mi novio —hizo énfasis en la última palabra—. Además, fue idea de Sam.

—Si te sirve de consuelo, yo voté por ti —Tony palmeó el hombro a la rusa—. Y ahora le debo dinero a tu hermana. No vuelvo a confiar en tus dotes de seducción, Natasha Romanoff.

La aludida bufó.

—Dame una cita más —miró a María—. Y tú despídete de follar en una buena temporada, porque pienso hacerle a Wilson un nudo en las pelotas.

—Mira, introducción al BDSM, volumen 1.




Esta vez, Natasha y Steve no fueron juntos hasta el lugar donde se celebraría la cita, sino que ella se adelantó y le envió ubicación. El soldado se sorprendió cuando descubrió que su compañera se encontraba a casi una hora en coche, en medio de la nada. Por un momento pensó que se trataba de una broma pesada, pero entonces recibió un mensaje suyo diciendo que se diese prisa si no quería perderse el espectáculo. Así que Steve condujo todo el camino al doble de velocidad recomendada, preguntándose qué sería esta vez.

7 Citas de San ValentínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora