3: Recuerdos

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Cuando Exe amenazó a Alan con decirle a Nico si no mantenía la boca cerrada, Varela supo exactamente a lo que se refería su amigo.

Flashback:

Hacía un tiempo, habían hecho una fiesta los pibes de la Reserva de Ibarra (en ese momento), y estuvieron Alan, Exe y Luis también. Todos sospechaban que Lucho y el Chango estaban en una relación, pero nadie hacia referencia al tema. En lugar de eso, todos disfrutaban con sus parejas.

Alan suspiró. Miró hacia dónde estaba su mejor amigo, y lo vio reírse con Vázquez. Se mordió el labio y agarró su celular. Se llevaba bien con los de la Reserva, obviamente, pero por ahí todavía le costaba un poco. Se puso a jugar al PES un rato, esperándolo a él.

—¿Y, Alan? —dijo Sandez, sentándose a su lado en el sillón.

—¿Qué pasa, Gusita? —preguntó Varela.

Ambos se llevaban muy bien: se conocían desde hacía años, y eran de la misma categoría, la 2001. Eso hizo que ambos jugaran juntos desde hacía tiempo.

—¿Podés venir? —susurró Gusa.

—Ey, ¿estás bien? —se preocupó Alan.

—Sí, tranquilo —lo calmó Gusa.

—Alaaan —llegó su pareja y Sandez se alejó.

—Nico —Alan lo saludó con un beso en el cachete, aunque Valentini trató de correr la cara para que el beso fuera en los labios, sin éxito—. ¿Por qué llegaste tarde? Te estaba por mandar un mensaje.

—Nah, problemitas, nada raro, tranquilo, amor —dijo Valentini.

«Hoy todos están raros —pensó Varela—. Gusa, Nico, veo desde acá a Pola raro con Rama... Exe está nervioso, creo...»

—¡Alan! —el llamado de Nico lo trajo a la realidad nuevamente.

—¿Mmh? Uh, perdón, Nico, estaba pensando —se disculpó Alan.

—No importa —se rió Nicolás—. ¿En qué pensabas, si se puede saber?

—Gusa me dijo que lo siga, y le estaba por preguntar algo pero llegaste vos y él se fue — mintió Varela—. ¿Qué hago? ¿Lo sigo?

—Si querés seguirlo, seguilo, sabés bien que a mí no me molesta que estés con tus amigos —le dijo Nico, y ambos se sonrieron—. Ah, y si Agus se llega a pasar de la raya con vos, decime.

—¿Qué le harías? —preguntó suspicaz su pareja.

—Depende de lo que te haga. No quiero hacerle nada, es amigo mío también, pero si trata de besarte o algo...

—Bueno, pero también me puedo defender solo —dijo Alan, y se fue.

Buscó a Sandez, a quien encontró pensando en algo con la mirada perdida.

—Gusa —lo llamó.

—¿Alan? Ah, vení, vení —dijo Agustín, levantándose.

Varela siguió extrañado a su mejor amigo, y se extrañó aún más cuando éste lo llevó al baño. Esperaba que Nico no se hubiera dado cuenta. Inconscientemente recordó cuando Exequiel y él estaban hablando en el baño cuando todavía era pareja de Gastón; llegó Ávila y se armó el quilombo: Alan casi llorando y diciéndole a Gastón que no era lo que creía, Gastón gritándoles de todo a su pareja (ex) y a su amigo, y Exequiel defendiendo a Alan, diciendo que no estaban haciendo nada. Después de eso, cuando Exequiel se fue, Gastón le empezó a pegar a Alan, y paró cuando su hija se despertó con los gritos.

—¿Por qué me traes acá, Gusa? —le preguntó Varela—. ¿Tanto te costaba decirme lo que me tenías que decir allá afuera? Si Nico ve esto te va a matar.

—Sí, Alan, sí me costaba —respondió Sandez—. Viste que somos amigos desde hace mucho tiempo, a veces hasta nos entendemos con sólo una mirada; creo que vos sabés más cosas de mí que mi familia —ambos se rieron—. Alan... No quiero alargar más ésto, lo hice durante 3 años...

Alan no entendió absolutamente nada con eso último.

—Te... Te amo, Alan —susurró su amigo.

¿Cómo? No, debía haber escuchado mal. Ellos eran como hermanos, y así lo veía Alan: como a un hermano. Evidentemente Gusa no.

—Eh, Gusa, yo... —Alan no supo que responder.

—Shhh, no lo digas, ya lo sé, pero no me podía aguantar más —murmuró Sandez, colocándole un dedo en los labios.

Alan estaba muy sonrojado. Ambos se miraron y unos segundos después, Sandez se le acercó.

—Gusa, ¿qué hacés? —preguntó Varela, dando un paso hacia atrás.

Su amigo no respondió. Con cada paso hacia él que daba, era un paso que retrocedía el 5.

—Alan, sé bien que no me amás, pero me voy a arrepentir de por vida si no hago esto, perdón —dijo Sandez, y lo besó en la boca.

Varela quiso alejarse, pero su cuerpo no respondía. No quería corresponder al beso, pero cuando Sandez empezó a mover sus labios, lo hizo inconscientemente.

«Si Nico no se entera, no pasó nada» pensó, pero ya no estaba pensando bien.

—¡¿Alan?! ¡¿Qué mierda hacés?! —ambos se separaron rápidamente al escuchar el grito.

¿Quién era? Exequiel Zeballos. Miraba con decepción a Alan, y con algo de odio o algo que no pudieron identificar, a Gusa.

—¿Cómo pudiste hacerle esto a Nico, Varela? —el tono decepcionado de su voz hizo que Alan empezara a llorar. Ahora que lo estaban retando, se daba cuenta de que no supo que carajo estaba haciendo al corresponderle el beso a Sandez.

—E-Exe, yo... Por favor, no le digas a Nico, lo amo, Exe, él no me lo perdonaría —le rogó.

—Si lo amaras en serio no te estarías besando con Agustín —dijo con algo de ¿odio? Zeballos.

—Pero, Chango, e-en serio, te juro que no sabía lo que estaba haciendo —era verdad, pero el santiagueño dudó en si creerle o no a Varela.

—Dejalo en paz, Óscar, ¿tengo que recordarte que vos te besaste con Cristian? —lo defendió Agus.

—Sí, lo besé, pero yo no tenía pareja, y él tampoco. Ninguno tenía pareja, no hicimos nada malo, pero vos, Alan...

—Changuito, voy a hacer lo que quieras, pero por favor no le digas a Nico, no quiero perderlo como con Gastón —rogó Varela.

Cuando su amigo mencionó a Gastón, Exe recordó cuando Alan le contaba que Gastón a veces lo maltrataba. Dijo que no iba a decir nada, pero no dijo que fue porque recordó muy claramente a Alan llorando por Ávila. No quería que pasara lo mismo con Nico, no quería que su amigo llorara por él. Aunque una posible diferencia sería que no valía la pena que Alan llorara por Gastón Ávila, alguien que lo maltrató.

Fin flashback.

Son tus hijos// Luis Vázquez x Exequiel Zeballos//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora