7: Despedida

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—Exe, ¿estás bien? —le preguntó Luis cuando Zeballos se sentó en el borde de la cama.

—Sí, Luis, ¿por?

Luis lo miró levantando una ceja.

—Hace un minuto estabas re bien, y de repente te sentiste mal —dijo.

El Chango se encogió de hombros.

—S-sólo fue un mareo —murmuró.

Vázquez, preocupado, se sentó a su lado.

—¿Seguro que estás bien? —preguntó—. Me preocupás, amor.

—Estoy bien, Lucho, sólo fue un mareo, te dije —repitió el menor.

Luis le dio un pico.

—Bueno, te creo, sólo me preocupo por vos —susurró.

Exe lo miró y le sonrió levemente. Lucho se acostó a su lado abrazándolo. Zeballos se escondió en su pecho.

—Perdoname por portarme así anoche —susurró

—Ya no importa —susurró su novio—. No debería habértelo dicho.

—¿Entonces deberías haber dejado que yo me enterara por las noticias? —le preguntó Zeballos, levantándose.

—Exe... —susurró Vázquez.

—No te tenía así, Vázquez —le dijo Exequiel, yéndose de la pieza—. Nunca hubiera creído que pensabas en hacerme eso.

—No lo pensé, Exe —negó Luis, siguiéndolo.

—No lo niegues —dijo Exe—. Sí lo pensaste, ¡me lo dijiste! Dijiste que no deberías habérmelo dicho. —Luego de pronunciar esas palabras, rompió en llanto.

Aunque Vázquez intentó acercarse y abrazarlo, no lo logró, ya que Zeballos le tiró un manotazo para apartarlo y se fue corriendo. Luis lo miró extrañado y lo siguió, agarrándolo del brazo apenas pudo.

—Soltame —le dijo el Changuito, intentando alejarse, aún llorando.

—No —negó su novio, agarrándolo más fuerte.

—S-Soltame —sollozó el menor—. Luis, m-me estás lastimando...

Cuando escuchó eso, Luis lo soltó un poco, lo cual aprovechó el Chango: apenas notó eso, se fue. Luis suspiró y decidió no seguirlo.

Estuvieron así hasta que Luis tuvo que irse, lo cual le dolía mucho a Exequiel. Le dolía haber estado mal con él en sus últimos días juntos, le dolía tener que separarse de él, le dolía porque sabía que tendría que cuidar a su hijo/a solo. Ya había leído que el contrato de Vázquez era por, mínimo, cuatro años.

—M-Mi amor —lo llamó Luis, acercándose tímidamente. Ya estaban por subir al avión.

—¿Q-qué?

—Perdoname si hice algo malo estos últimos días, Exe. No sé por qué casi no me hablaste y me duele en el alma eso, pero tenés que saber que si hice algo, no me di cuenta y espero que me perdones. Siempre te voy a amar, mi amor, espero que la distancia n-no impida que nuestra relación siga —dijo Vázquez, mientras Zeballos empezaba a llorar.

Luis suspiró y lo abrazó con fuerza. Exe le correspondió sabiendo que sería la última vez que se abrazarían, sabiendo que probablemente Lucho no cumpliría con lo que le dijo, sabiendo que probablemente Luis encontraría a alguien más en Bélgica y lo dejaría de forma definitiva. Sabiendo que estaría solo.

—Te amo —se susurraron a la vez entre lágrimas, y un rato después Luis Vázquez se fue, dejando atrás todo. Dejando atrás sin saberlo, a su hijo o hija.

Son tus hijos// Luis Vázquez x Exequiel Zeballos//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora