𝟶𝟸 » 𝑭𝒂𝒍𝒔𝒆𝒅𝒂𝒅.

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—¡Cierto! —Gon tomó su celular para escribirle a su mejor amigo

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—¡Cierto! —Gon tomó su celular para escribirle a su mejor amigo. Olvidó por completo avisarle que llegó a casa.

Apenas pudo desbloquear el teléfono ya que le llegó una llamada. Al contestar casi se queda sordo por su grito.

—¡¿Estás bien?! ¡Te llevo llamando desde hace rato! 

—¡Lo siento, lo siento! Estuve distraído. —sacó la lengua para rascarse la nuca.

Escuchó un suspiro detrás de la línea.

—No pasa nada. La próxima vez trata de estar más atento.

—¡Sí! —su tono de voz demostraba estar mejor. Kurapika y Gon mantenían amistad desde hace un poco más de un año. Compartían varias materias aunque no tanto como al moreno le gustaría ya que el rubio era uno de los mejores estudiantes. Tanto así que en la mayoría de las asignaturas fue adelantado por sus excelentes calificaciones. 

—¿Cómo siguen tus...? —detuvo la pregunta al no saber expresarlo de una manera delicada. Desde el comienzo de la semana estuvo enterado de que nuevamente varios estudiantes lo lastimaron, la rabia que estaba dentro de él seguía latente al no poder defender a su amigo. Quizás hubiera sido diferente si tan solo...

—No te preocupes, ya pronto no tendré ni siquiera alguna marca. Sabes que me recupero rápido. —adivinó lo que insinuaba con facilidad. Kurapika se preocupaba bastante, más cuando era una situación tan delicada.

—Gon... —tragó saliva sin saber si hablar de eso por llamada era lo ideal. Él azabache evitaba tocar el tema porque sabía que eso le afectaba.

—¡Te veré mañana! —colgó lo más pronto posible anticipando sus intenciones. Dio un suspiro para finalmente sacar las cosas de su bolso para empezar con las tareas pendientes.

Todavía estaba en su mente lo hablado con Palm. Pero tampoco deseaba continuar meditándolo.

Pronto estuvo concentrado por varias horas terminando con sus deberes. Tanto así que se olvidó de su entorno, eran más de las ocho de la noche de ese típico martes. Se mantuvo recostado intercambiando mensajes con Kurapika respecto a algunos trabajos que vendrían la siguiente semana. El celular se iba a quedar sin batería así que lo conectó antes de irse a cepillarse los dientes.

Volvió a tratar algunos morados que tenía en la piel. Por suerte casi estaban completamente curados.

Con una toalla y agua caliente la humedeció para pasarla por su rostro. Una de las curitas que estaba en su mejilla derecha se despegó con facilidad.

—¡Oh! ¿Ya está sanado? —no había ningún rastro de la herida que estaba en ese lugar.

Gon salió minutos después sin ganas de comer demasiado. Recalentó lo que quedó del almuerzo para acostarse.

𝘆𝗼𝘂 𝗯𝗲𝗹𝗼𝗻𝗴 𝘄𝗶𝘁𝗵 𝗺𝗲 ¦ KillugonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora