VI

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Frío

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Frío

Me encuentro viendo las cámaras de seguridad en mi computadora, viendo cada segundo si veo algo sospechoso y, hasta ahora, no hay absolutamente nada. 5 horas de mi vida a la basura. Desde lo de ayer... no quise involucrar a nadie más en esto, me sentí culpable por pedir a Tamara acompañarnos, casi la asesina y las marcas en su cuello no pasan desapercibidas.

Ya pasó una hora, y sigo viendo las cámaras, pasándolas en forma rápida, hasta que detengo el video por ver algo, un corte para ser precisa del momento. Cómo si lo hubieran cortado y reemplazado... como nosotros. Veo la parte superior del video y es una semana antes del asesinato de mi hermana. Entonces, veo las otras cámaras, para ver a alguien salir o entrar al laboratorio donde guardan las sustancias y no, en todo el caso es lo mismo, los borraron y reemplazaron.

—¡Demonios! —grito frustrada, cerrando la laptop con furia. Entonces, tomo mi celular y marco el teléfono de Tamara, quien contesta unos segundos después.

Claire —responde con voz ahoga, dormilona. Supongo que fue un mal momento para llamarla, ya que es más de la medianoche.

—¿Llamé en mal momento, Tam? —pregunto, sintiéndome estúpida.

No te preocupes.

—Bien... Solo quería decirte que lamento lo d...

Me interrumpe: —Basta de disculparte, Claire, pero... ¿te puedo confesar algo?

—Por supuesto.

No quiero morir.

• E •

Suena mi celular en la mesa, molestándome y alargo mi brazo para recoger mi celular y deslizo mi dedo sobre la pantalla, colocándolo en mi oreja.

—Habla o calla —digo con voz ahogada, todavía con los ojos cerrados.

—¡Claire! Es Amanda... —me incorporo de golpe por escuchar la voz de Xonan —... ella se suicidó, Claire, se cortó la venas —Oh, mierda.

•  •

Me encuentro en el funeral de Amanda, jamás me había percatado de su aspecto o de su comportamiento, sintiéndome tan culpable y me corazón da un vuelco, sintiendo impotencia, recordando la última vez que hablé con ella.

Flashback

—¿Por qué estás tan callada, Amanda? —pregunté, viéndola de forma preocupante, sentada en el césped, mirando a la nada. No hablaba mucho con ella y lo único que me unía a ella era el equipo. Pero sentía una lástima hacia ella.

Ella ni siquiera me miró cuando respondió con voz atónita:

—Tengo pesadillas, Claire, sueño que... que... Marie está en mi habitación... atormentándome... —logró decir apenas en un murmuro y me senté a su lado, sin saber qué decir.

¿Tú lo hiciste? [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora