Taehyung se sintió algo intimidado por tener toda la atención de la clase pero no dejó que sus nervios lo dominaran. El nunca ha sido realmente timido pero obviamente tener la atencion de ¿20 personas? juzgandolo lo hace sentir intimidado.
-Soy Kim Taehyung, tengo 16 años, y vengo de Daegu.- dijo él omega con cara de pocos amigos, se dio cuenta de las miradas juzgadoras dirigidas a su cabello la forma en que vestía y si esta era de marca o no.
-Oh, muy bien. Entonces... chicos él será su nuevo compañero. Trátenlo bien.- dijo la directora para después salir del salón.
-Toma asiento en cualquier lugar libre.- le dijo el profesor.
El principal error de Taehyung fue sentarse con aquel azabache, es decir, ¿en que estaba pensando?, lo que más quería era a los alfas lejos de él, por eso lo cambiaron de escuela, sin embargo, sintió cierta ¿confianza?, ya que percibió el delicioso aroma de este.
Gran error Kim Taehyung.
Pues, Jungkook había notado al bonito y serio omega que recién llegaba, realmente despertó algo en él y sintió mucho interés la primera vez que lo vio y en el exquisito aroma que desprendía.
Él omega tomo asiento, y por fin las miradas se despegaron de él, noto como todos ya sabían lo que tenían que hacer y él solo observaba a los demás. ¡A él no le dieron más instrucciones!, ¿¡Qué no saben que es nuevo?!
Suspiro y tocó el hombro del alfa para llamar su atención.
-Hola, perdón, ¿me puedes decir las páginas del libro?.- pregunto al azabache.
-Diecinueve.- solo contestó pues cuando él omega lo miro a los ojos, quedo perdido en los preciosos iris color azul cobalto claro, era como ver el cielo completo en ellos.
Lo observo con detenimiento, viendo sus delicadas facciones, desde su mandíbula muy definida y pequeña, sus pestañas abundantes y lacias, las bonitas pecas que decoraban con gracia en su nariz, mejillas y una lunar debajo del labio.
El omega asintío y el azabache sin despegar la mirada del quedando anonado en sus acciones, en cómo sacó un bolígrafo para escribir, noto sus delicadas manos además de la forma en que lo tomaba, todo en el era elegante y delicado.
Su lobo movía la cola de felicidad mientras le dejaba admirar al omega.
-Oh, lo siento, no pregunté tu nombre.- dijo el omega luego de sacar su libro.
-No te importa.- contestó y siguió en lo suyo.
El lobo del omega bajo las orejas ante el rechazo del alfa pero Taehyung solo fruncíó el ceño y molesto, también siguió en lo suyo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
