Deseo Cumplido 6

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Seis

Naruto apretó los dientes y sus dedos arrugaron el papel que tenía bajo las manos. Su cuerpo estaba crispado, lleno de instinto asesino.

El medio día había sido un calvario, tener a Hinata apretándose contra él, inclinándose frente a él, mostrando su trasero apretado sin una marca. Naruto se había encontrado preguntando si tenía alguna braga... Chupando más malditas chupaletas de vaya a saber de dónde sacaba, o apoyándose contra la repisa y destacando sus enormes...

Naruto rechinó los dientes mientras veía cómo el cliente estaba internado ligar con Hinata. Ella se rió a carcajadas luego de que él dijera algo, puede ser que haya sido un chiste, pero aún así Naruto quería matar. Se imaginó saltando la repisa y agarrándolo del cuello y agitándolo con violencia hasta que se pusiera morado. Le gritaría en la cara:"Hinata es mía" y lo empujaría al suelo para luego tomarla de la cintura y besarla con frenesí y todas las ganas que tenía desde hace un años. Él la apoyaría en una de esas repisas mientras ella le rodeaba la cintura con sus regordetas y pequeñas piernas y la follaria allí mismo, para marcarla y dejar claro al idiota que...

—¿¡Qué te pasa idiota!?

El grito de Hinata lo sacó de su cabeza desvariante y miró hacia donde estaban. Naruto comenzó a rodear la repisa, listo para golpear al imbécil que tenía a Hinata entre sus brazos, cuando ella movió una pierna hacia arriba.

Naruto se detuvo de golpe, con una mueca al ver cómo el hombre soltaba a Hinata y se inclinaba hacia adelante, agarrándose la entrepierna.

—¿Quién te dijo que podías poner tus sucias manos de renacuajo sobre mí? Imbécil— gritó Hinata de nuevo, empujándolo para que él cayera de culo al suelo, aún agarrándose la entrepierna con ambas manos.

— Perra—, gimió él mientras rodaba un poco en forma de bola, queriendo suavizar seguramente el dolor en sus pelotas.

—¡Ja! Seré perra, pero tú eres un bichito bolita por lo que tienes entre las piernas. ¡Ve a intentar refregar ese meñique en otra parte!

Naruto apretó los labios para aguantar la carcajada que quiso salir de sus labios y se acercó con cuidado, para que Hinata no notará que él iba hacia ellos desde su espalda.

—Estas loca. Maldita—, gimoteo el otro.

—Pobre de la mujer que le intentes meter eso. ¿Alguna siente algo? Mí clítoris es más grande que esa cosita.

Naruto tuvo que apretar su puño cerrado en su boca, mientras sus ojos se llevaban de lágrimas de diversión. Le fue casi imposible no reír a carcajadas. ¡Dios!

—Y tu aliento apesta. ¿Alguna vez alguien te ofreció una menta? Deberías cómprate una fábrica sólo para ti.

Disimuladamente, Naruto uso su puño para lanzar un poco de aliento, para sentir su olor. El suyo tenía olor a dentífrico, había aprendido la lección después del orégano entre sus dientes. Siempre se lavaba los dientes después de una comida.

Él terminó de acercarse cuando el hombre había empezado a levantarse, la mirada de sus ojos, lleno de odio hacia Hinata no le gusto ni un poco.

—¿Algún problema?— preguntó poniéndose al lado de Hinata y mirando con todo en enojo posible al idiota.

El hombre era solo unos centímetros más alto que Hinata, así que tuvo que levantar la cabeza para verlo. Sus ojos se abrieron asombrados y Naruto pudo ver su cobardía.

—¡Oh Naruto!— Hinata se apretó a su costado, abrazado su cintura. Él se tensó un poco cuando ella puso una mano cerca del cinturón de su pantalón—. Este idiota intento sobrepasarse conmigo.

Naruto paso su brazo por arriba del los hombros de Hinata. Él creyó que estaba actuando su papel de damisela indefensa, porque tembló un poco, y no coincidía con la actitud que había tenido hacia unos minutos. Pero cuando él bajó la mirada, para ver sus ojos, notó el miedo al fondo, ella de verdad se había asustado. Naruto apretó los dientes y miró al idiota.

—Vete antes de que te rompa los dientes—, dijo entre dientes y dando un paso hacia él.

El cliente dió un paso hacia atrás, pero Hinata lo detuvo antes de que pudiera hacer realidad su amenaza.

—Ustedes están locos—, gruñó el hombre mientras se daba vuelta y caminaba de forma rara hacia la puerta.

—¡No vuelvas!— gritó Naruto—. ¡Te golpearé y luego llamaré a la policía!

El hombre le mostró el dedo medio antes de salir por la puerta.

Naruto aún estaba enojado y lleno de tensión, tendría que haberle dado un puñetazo o como mínimo llamar a la policía para acusarlo de abuso. El hombre no podía actuar así.. "¿Hombre?" Se preguntó, "eso no era más que basura", se dijo.

Él se tensó más cuando Hinata acarició su estómago duro.

—Gracias Naruto—, murmuró para ocultar su rostro en su pecho.

Naruto la abrazó, rodeándola con ambos brazos.

—¿Estás bien?— preguntó cuando ella tembló un poco.

Hinata asintió contra su remera, él acarició su espalda mientras ella se quedaba allí. Puede que ella pareciera muy segura por afuera, pero sabía que cualquier mujer, sin importar su actitud o vestimenta, se asustaría si alguien la tomaba así de imprevisto. El hecho de que ella fuera coqueta, no le daba el derecho de sobrepasarse con ella.

—Ven, vamos a sentarnos—, le murmuró mientras la guiaba con cuidado a la parte trasera.

Hinata lo siguió con cuidado, sus pasos lentos mientras ella no le soltaba. Naruto lo permitió apoyarse en él, sólo quería ayudarla y que se sintiera bien. Abrió la puerta trasera con una mano y la guió con la otra que tenía en su espalda. El pequeño galpón donde guardaban las cosas de limpieza y cajas, estaba algo oscuro. Pero tenía un sofá viejo que Hinata se negaba a tirar, diciendo que lo arreglaría, pero no lo había hecho aún. Él la guió hacia allí mientras la puerta se cerraba un poco, dejando una rendija de luz que entraba desde la librería.

Naruto la sentó, pero ella se negaba a dejarlo ir para que prendiera la luz, así que se dejó caer al lado de ella. Aún abrazándola. Se sentía un bastardo, porque de verdad disfrutaba tenerla a su lado, pegada a él.

Levantó la mirada al techo, cuando un retumbar fuerte sonó. Él recordó que estaba pronosticado lluvia para esa tarde, mientras más avanzaba el día, el cielo se ponía más oscuro. No le parecía raro que estuviera por llover ya.

Naruto acarició su espalda y bajo la mirada, para encontrar a Hinata mirándolo profundamente. Él acarició su mejilla blanca y suave como la piel de un bebé.

"Diablos, es hermosa", pensó sin poder evitarlo.

Hinata se mojó los labios y por un segundo vió tras esos preciosos ojos perlas, una chispa de inseguridad. Pero ella parpadeó y sonrió.

—Naruto—, lo llamó suavemente.

—¿Si?— contestó con un murmullo.

—¿Me darías un beso?

Naruto parpadeó un poco por su pedido, pero luego sonrió.

—Claro—, dijo para inclinarse y besar suavemente su mejilla.

Estaba levantándose cuando ella hizo un puño en su remera y lo detuvo a unos centímetros de su rostro.

—No esa clase de beso—, dijo casi sin aire para luego lanzarse a su boca.

Continuará...

Deseo Cumplido (Naruhina 💓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora