Deseo Cumplido (Naruhina 💓)

Deseo Cumplido 8

Ocho

Naruto reaccionó con más rapidez de lo creía. Sus manos fueron al rollo que era el vestido de ella en su cintura y peleo con la tela para bajarla y tapar el trasero desnudo de Hinata. Terminó levantándose de un tirón y bajando su vestido justo cuando la puerta se abría con un tenebroso chirrido y lentamente.

Él había reconocido la voz de Ino, pero de todos modos su corazón se agitó con adrenalina. Ella asomó la cabeza y los miró a ambos.

—¿Hinata?— llamó con sospecha cuando su mirada cayó en la espalda de su amiga.

Naruto se había tapado la boca con la palma, con la idea de limpiarse el labial que tenía en el rostro. Hinata estaba haciendo lo mismo y ella se giró con una sonrisa.

—Ino..—, saludo dando un paso más lejos de él.

—¡WOW! ¡Mírate!— gritó asombrada y una enorme sonrisa.

Naruto aprovechó la distracción de Ino y se volteó, intentando acomodar su polla en sus vaqueros. Cerró los ojos y pensó en algo feo.. pero no se le ocurría nada mientras las amigas hablaban. Sintió que la voz de Hinata se alejaba, llendo hacia la puerta y supo que ella intentaba alejar a Ino de él.

Respiró un poco más relajado cuando escuchó las voces fuera del galpón, pero saltó asustado cuando la voz de Hinata lo llamó desde la puerta.

— Naruto, está por llover. Prepará todo que vamos a cerrar ya.

Naruto se volvió, sólo un poco ya que su erección aún estaba allí, aunque no tan dura.

—Bien—, tartamudeo con un asentimiento.

Hinata lo miró con una sonrisa y le guiñó el ojo.

—Debemos seguir hablando—, y se fue sin más.

Naruto se mordió el labio mientras sentía que su cara quemaba. ¿Puede ser que hoy sería su noche con Hinata?

Se persigno mientras rezaba un "por favor, ayúdame" silencio. Beso sus dedos al terminar de hacer la cruz y miró al techo.

—Gracias Diosito—, murmuró.

Justo después un retumbar se escuchó y se sintió en todo el local. Las luces parpadearon hasta apagarse. Las chicas gritaron desde la librería y Naruto miró con ojos entrecerrados al techo.

— Tampoco tanto...—, murmuró.

•

Naruto se movió rápido, acomodando todo a oscuras mientras Hinata intentaba cerrar las ventanas para que los libros no se mojaran cuando el diluvio se desató. Ino había salido corriendo cuando las gotas grandes comenzaron a caer. Cuando ambos terminaron se quedaron en la puerta del local viendo cómo el agua caía a cántaros.

Se hacía el tonto, pero era muy consciente de Hinata a su lado, hasta que se animó a mirarla.

—¿Quieres ir a cenar a casa?— le preguntó sin poderse detener.

Hinata levanto la mirada desde el vidrio de la puerta y sonrió.

—Claro.

Sintió como la más grande sonrisa crecía en sus labios y sacaba el celular de su bolsillo.

— Pediré un Uber, ve a preparar tus cosas.

Hinata le devolvió la sonrisa y comenzó a moverse hacia el galpón mientras ella también sacaba el celular y con la linterna alumbraba el pasillo oscuro. Naruto pidió el auto y buscó su morral, tenía suerte, el Uber no tardaría mucho en llegar. Hinata salió del galpón con algunas bolsas y un viejo paraguas.