Deseo Cumplido 10

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Diez

Hinata se despertó con un fuerte ruido. Ella abrió los ojos, pero todo era oscuro y borroso.

Su cuerpo dolía de la forma más deliciosa y no le pareció raro. Había tenido el sueño más largo, loco y grandioso del mundo. Ella había sido una feme fatal, acosando a Naruto hasta que él le dijo que la deseaba. La había llevado a su casa y habían tenido sexo loco, para que después él le hiciera el amor lentamente. Ella se estiró, sabiendo que estaba en su sofá, pero se tensó cuando escuchó el ruido de una puerta cerrar. Ella estiró su mano, para tomar sus lentes de la mesita de café, pero terminó cayendo al suelo con un ruido sordo.

-Mierda-, gimoteo mientras intentaba levantar la parte superior de su cuerpo del suelo de madera.

Eso hizo que se detuviera. Ella tenía una alfombra en su sala, no pisos de madera. Entonces ella gritó, totalmente a ciegas, cuando la puerta de donde sea que estaba se abrió de golpe.

-¿¡Qué pasó!?- gritó una voz masculina mientras ella gritaba con todas sus fuerzas.

La luz se prendió, dejándola más ciega aún. Hinata sólo veía formas sin sus lentes, pero vió una grande acercarse a ella con rapidez. Ella siguió gritando mientras se movía hacia atrás, hasta que su espalda chocó contra una superficie que no la dejó seguir alejándose del hombre. Él habló, deteniéndose antes de tocarla cuando ella se encogió en una bola cuando quiso alcanzarla.

Su corazón palpitaba con fuerza y cuando se cubrió con los brazos la cabeza y apretó sus piernas en su estómago, se dió cuenta que no tenía ropa encima. Ella jadeó y comenzó a llorar.

¡La habían violado!

Un extraño había entrado en su casa mientras ella estaba borracha, la había llevado a una guarida de malvivientes y había desnudado su cuerpo.

Ella se hizo un ovillo más apretado cuando una cálida mano tocó suavemente su hombro desnudo y entre su llanto escuchó las preguntas murmuradas y llenas de preocupes.

-¿Qué pasa bebé? ¿Por qué lloras?

La voz se le hizo conocida, pero debía ser una alucinación de su cabeza.

-¡Espera! No te muevas- le exigió la voz masculina.

Hinata intentó pensar mientras escuchaba los pasos pesados y apresurados alejarse. Ahora entendía porqué había soñado eso con Naruto. Había sido una forma en la que su cabeza le quiso ayudar para poder aguantar lo que en realidad le estaban haciendo.

Ella se sentó, sintiendo el rebote de sus senos desnudos y agarró lo único que tenía a mano para taparse. Una almohada, que se había caído con ella.

Hinata apretó la almohada en su frente, cuando el hombre volvió. Ella se encogió cuando él se puso en cuclillas al frente suyo. Espero que él le sacará la almohada y volviera a atacarla, pero él extendió una mano lentamente con algo entre sus dedos. Hinata afiló la mirada borrosa y pudo distinguir sus gafas en su mano grande. Se lo arrancó de sus dedos y se las puso, pero cuando un pensamiento paso por su cabeza cerró los ojos con fuerza, para no verlo.

-¿Por qué cierras los ojos?- preguntó el hombre con voz extrañada.

-Si no te miró, no me matarás-, explicó ella con un murmullo-. No podré reconocerte. Te juro que no se lo diré a nadie. Por favor, no me hagas daño-, rogó.

El silencio se hizo tan pesado que Hinata estuvo tentada a abrir los ojos, pero se mantuvo quieta, esperando el ataque.

-No te haré daño, bebé-, contestó la voz con un pequeño deje de diversión-. Abre esos preciosos ojos para mi-, pidió suavemente.

Deseo Cumplido (Naruhina 💓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora