Maratón 4/4
Mila me pasa un paquete de galletas y lo abro, ella copia mi acción y abre su paquete de galletas. Estabamos en el patio trasero, frente a la piscina.
Hace un mes estaba en esa casa, y durante 1 o casi 2 semanas, hacíamos eso con Mila. Por las tardes salíamos al patio trasero a comer galletas y hablar, contar nuestra vida y conocernos más.
Durante mi estadía aquí, ni siquiera lo he mirado a Mayne, salvo en las seciones. Pero luego de eso, nada. Al estar frente su esposa, me ponía una presión de ni siquiera mirarlo a los ojos. No podría con la culpa de lo que había hecho. Estaba tratando de superarlo y creo que lo llevaba bien.
- Y bueno, eso sucedió cuando pase por ese bosque.
Ambas reimos, pero Mila se puso sería y me miro fijamente.
- ¿Te puedo hacer una pregunta?
- Si, dime.
- ¿Por qué tus ojos son..?
- ¿Violetas?
- Si.. eso mismo.
- Tengo Génesis o el síndrome de Alejandría. Básicamente se dice que es una mutación genética, se cree que esto surgió en el antiguo Egipto, pero no se sabe correctamente.
- Oh, claro. Son lindos, te hacen única.
Rio suavemente y la miro fijamente.
- Tus ojos también lo son. Son muy bellos, Heist salió con la suerte de tenerlos.
Reimos por lo bajo- Si, mi Heist es muy parecido a mi. Su cabello es rubio como el mío y sus ojos también son muy parecidos a los míos.
Y así estuvimos toda la tarde, hablando sobre nuestras vidas y discutiendo sobre temas polémicos.
**
Abrí mis ojos y prendí mi teléfono. Eran las 3a.m. No podía dormir, así que baje a la cocina a buscar un vaso de leche.
Me estaba preparando mi taza, cuando vi un cuchillo que estaba fuera de lugar. Al agarrarlo y caminar para ponerlo en el lugar que corresponde, escuche un ruido detrás de mi. Rápidamente me di la vuelta con el cuchillo en mano, de lo que no me percaté es que estaba sosteniendo mal el cuchillo y me hice una leve cortada en el brazo.
- Mierda.
Susurre pero no baje la guardia y segui observando, no sabía de donde había provenido el ruido. Luego, veo como alguien emerge de las sombras y me tranquilizó.
- Dios, casi me matas de un susto.
- Tampoco soy tan feo, hey.
Ambos reimos suavemente para no despertar a los demás.
- ¿Qué haces despierto a esta hora?
- No podía dormirme asi que baje a hacerme una taza de leche con chocolate caliente. ¿Y tu, Heist?
- Lo mismo que tu. No lograba conciliar el sueño, así que me di un baño y baje a buscar un vaso de agua.
Ahí me percaté de su cabello mojado y su torso desnudo, que aun tenia una pequeñas gotas de agua. No lo había visto por la oscuridad de la cocina.
Joder, que atractivo se ve con el cabello mojado.
¿Por qué todos los Stein tiene que ser así de atractivos?
Segui preparando mi taza de chocolate y al terminar, vi como mi herida estaba sangrando cada vez mas.
- Te has cortado.