Capítulo 5: Peor que el Dolor Físico/Biblioteca/Exámen

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El que encubre sus pecados no prosperará;
Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.

-Mateos 3:8

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Nos encontramos en lo que parece ser un patio de juegos, lo curioso era que estaba casi sin niños, exceptuando al pequeño niño rubio que estaba sentado en una de las bancas al parecer haciendo algo.

Seguramente se preguntarán, ¿Cómo es que está completamente solo en un parque?

Simple, porque ese día era el día antes del día de las madres y habían hecho que los niños salieran temprano para poder preparar sus regalos para sus madres, sin embargo los niños de la edad del pequeño niño solamente se fueron a jugar a las casas de sus amigos y las niñas a sus hogares para que les dieran de comer. Pero Izuku no, él sabía que debía esforzarse para hacer su regaló.

Se suponía que lo hubieran ido a recoger a la escuela, pero al parecer su madre lo olvido........otra vez.

Izuku solamente sacudió su cabeza quitándose esos pensamientos mientras trataba de enfocarse en lo que hacía, su nana Licita había tenido que salir de la ciudad por lo que no iba a poder cuidarlo ni a él ni a su hermana durante unas semanas.

La mujer de cabello cenizo no le agradaba la idea de dejar a su niño solo con su madre, pero debía enserio viajar.

Por eso Izuku estaba en el parque ya que siempre tenía que esperar a su madre en ese lugar, y mientras esperaba hacía el regalo que tenía para su mamá.

En su cara se veía pequeños trozos de papel y al parecer tinta de marcadores en sus mejillas, mientras en su linda carita se veía aquella expresión de concentración.

Pasaron solamente unos minutos cuando se ve como el niño ve lo que hizo con los ojos iluminados.

Izuku: Terminé.

El niño alzo lo que había estado haciendo para dejar ver una hoja gigante (según el niño) que estaba decorada con papeles de colores y marcadores brillantes.

Pero lo que resaltaba era un dibujo que a pesar de no ser perfecto u profesional, era bastante sorprendente que un niño lo pudiera hacer.
El dibujo se veía a una mujer rubia con una sonrisa mientras tomaba de las manos a una niña del mismo color de cabello que sonreía también, también estaba una mujer de cabello cenizo que sostenía la mano de la última persona que estaba en el dibujo.
Un niño de cabello rubio que agarraba la mano de las dos mujeres mientras sonreía.

Izuku estaba sonriendo mientras sus ojos dorados brillaban al pensar que a su madre le encantaría su regaló, por lo que dejo que se secara el pegamento para meterlo en su mochila y sentarse a esperar a su madre.
Estaba emocionado, quería mostrarle a su mamá la carta ya que adentro iban palabras que explicaban cuánto la amaba y que era su heroína favorita, además de que adentro de la carta estaba el último examen que el niño había hecho dónde había sacado puntuación perfecta.

Eso último tenía una gran sonrisa de felicidad, la maestra había felicitado a Izuku que a pesar de su condición logro esa nota en su prueba y lo tenía demasiado emocionado ya que pensaba que su mamá lo felicitaría.

El niño estaba moviendo las piernas que colgaba de la banca dónde estaban sentados mientras esperaba, estaba tan feliz que cuando bajó la mirada y vio sus brazos cubiertos por su camisa de escuela y en ese momento su sonrisa flaqueo.

De hecho poco a poco fue decayendo hasta que se ve como el niño se arremanga las mangas para ver cómo en sus brazos habían vendas cubriendo sus bracitos.

Una Bestia para Cinco PrincesasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora