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Llegó a casa desde su trabajo, agotado mentalmente, cansado de la bendita rutina diaria. Hacía tiempo que nada lo saciaba de ninguna forma. Encendió su ordenador, las paginas sexuales de siempre... la misma rutina. Las chicas parecían no saciarlo, ya no más... y últimamente podía descargarse físicamente viendo videos estimulantes entre tíos. Por mucho tiempo se preguntó ¿Cómo sería hacerlo con otro hombre? ¿Él sería el de arriba o se animaría a ser el de abajo? Cuando consideraba que podía animarse a intentarlo con otro hombre, surgía la nueva duda ¿Con quién? Tenía amigos pero ninguno con la suficiente confianza como para proponerles el "experimentar" sin que ninguno se descojonara y lo tomara como si fuera un mal chiste.

Entonces, cuando estaba en el baño compartido de su trabajo dejó escapar su queja "¿por qué es tan difícil encontrar un tío con el que follar y nada más?" una risita se escuchó en el cubículo de al lado y él deseó que la tierra se lo tragara en ese preciso momento. Su compañero David Alonso salía del cubículo al mismo tiempo que él. Sin embargo en lugar de burlarse de más le dio una tarjeta "entra ahí" y le aconsejó que lo mantuviera en secreto.

Borró la inapropiada dirección de su ordenador y salió de aquella página que le ofrecía tanto entretenimiento visual para mayores, que obviamente no lo ayudaría en nada. Se tumbó en su cama, con aquella tarjeta entre sus dedos podría entrar a curiosear ¿no? No le haría daño a nadie si sólo ingresaba a ver el "menú".

Volvió a sentarse frente al ordenador, era ahora o nunca... y prefería intentarlo a perderse la oportunidad y con el tiempo arrepentirse. Leyó la dirección en aquella tarjeta completamente plateada y escribió la dirección en el buscador de su ordenador. Antes de darle al "enter" e ingresar a la dichosa página tomó aire, no iba a negar que estaba acojonado, pero no quería quedarse con la curiosidad y mucho menos con sus ganas de experimentar.

¡¡¡Bienvenido/a!!!

Gracias por visitar "SexualService.net"

Okeeeyyy, el inició de la página era de lo más normal, con publicidades de contenido erótico, diferentes sex-shops con los que al parecer la página trabajaba, mostrando sus nuevos productos, los de oferta, detallando cada artículo.

La página se dividió en dos círculos, presentando a dos personajes femeninos y dos masculinos, y un cartel sobre ellos que decía "¿Qué anfitrión prefiere? Selecciónelo con un click y será su guía durante su permanencia en nuestra página".

Movió su mouse de un lado al otro, entre los personajes animados en versión chibi que le guiñaban un ojo o soltaban besitos si la flecha de su ratón pasaba sobre ellos. Leyó sus nombres, Brayan, Luka, Akira y Nieves. Podía elegir entre cualquiera de ellos cuatro, eran muy monos pero al final se decidió por Nieves, sus ojitos claros y su larga cabellera de un color rojizo anaranjado llamó su atención primero.

La pequeña y bonita animación se adueñó de la pantalla y se inclinó en forma de saludo. "Gracias por su elección, soy Nieves y l@ guiaré por nuestra página. Por favor, comencemos llenando las planillas de datos y la de requisitos y preferencias. Puede usar un alias, pero su nombre real debe figurar en nuestra base de datos, obligatoriamente y por razones de seguridad. Los datos que nos provea son vitales y no serán proporcionados a terceros, esto sólo le tomara unos minutos" concluyó.

-¿Un alias?- inquirió, no le parecía tan mala idea. Se dispuso a completar las planillas que Nieves había abierto para él, pero le daba tanta flojera que evitó leer algunas cosas que le parecían muy obvias.

"Gracias por agregar sus datos, requisitos y preferencias. Bienvenido señor Rubius, por favor, lea atentamente nuestras políticas, esto es algo IMPORTANTE" Dijo la pequeña Nieves poniendo énfasis a IMPORTANTE abriendo nuevamente una ventana ante él.

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