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Viernes 6:45 de la tarde. Caminaba de un lado a otro, nervioso, indeciso... aún tenía el móvil en su mano, aún podía llamar y cancelarlo todo... aunque seguramente se ganaría un buen regañó por cancelar a quince minutos de la hora pactada sin contar con la pérdida del dinero invertido. Toda la semana expectante a qué llegará el gran día, de a momentos se sentía ansioso como quien espera un paquete especial comprado en Amazon o algo parecido y en otros momentos quería salir huyendo, al imaginarse a un hombre de color metiendo su gran miembro en su estrecho interior. Qué mierda, todo era culpa de Fargan, él y sus ridículas ideas. Fue pensar en el mayor para que su móvil sonara con una llamada. Dio un brinco y casi deja caer el móvil al suelo.

-¡¡Mierda, Fargan, casi me da un ataque al puto corazón!!- exclamó colocando una mano en su pecho.

Se escuchó una risilla del otro lado de la llamada- hola a ti también- saludó el mayor- ¿Y? ¿Nervioso? ¿Ansioso?- preguntó divertido del otro lado de la línea.

-Cállate subnormal, claro que estoy nervioso, un extraño entrara en mi casa- dijo con sarcástica obviedad "y en mi" pensó para sí mismo.

-Ya, pero ya verás como todo sale bien- respondió con calma- puede que te parezca una empresa de servicio rara, pero son muy profesionales y de verdad cuidan al cliente, así que no hay necesidad de estar asustado, bro- trató de calmarlo. Aunque con sinceridad, decir aquello adornado con risitas no calmaba mucho al contrario.

Rubén suspiró, era cierto que había investigado un poquito aquella empresa y que se había informado lo mínimo indispensable a través de e-mails y llamadas.
Trabajaban con todo el profesionalismo y discreción posible. Jamás comprometían al cliente ni revelaban información confidencial. Mucho menos revelaban información sobre sus integrantes.

-¿Y a quién solicitaste?- preguntó Fargan llamando su atención.

-A "estrella de la muerte"- dijo como si nada.

-¿Cóooomoooo?- inquirió indignado- te dije que cualquiera menos él- lo reprendió logrando hacerlo reír.

-No te rayes Roger Jerry- dijo divertido- pedí a un tal "Lobo Nocturno". Es una persona con paciencia y créeme que seguro la necesitara conmigo- le contó sentándose en el sofá luego de dar vueltas y vueltas por su sala, acomodando algunas cosas aquí y allá, para tratar de controlar sus nervios- además tiene muy buenas críticas... sus clientes lo catalogan como "El Dios Griego que te lleva a ver las estrellas"... ver estrella es lindo así que...- una especie de jadeo de sorpresa lo interrumpió.

-¿Qué? ¿Lobo Nocturno?- preguntó asombrado- ¿Seguro que quieres con él?- volvió a preguntar.

-¿De qué hablas? ¿Es alguien malo o brusco?- preguntó asustado.

-Viste toda su ficha ¿Cierto?- preguntó Fargan pero sólo recibió silencio- Rubius ¿Sólo leíste las críticas?- inquirió... nuevamente el silencio afirmativo- ¡¡Jooodeeerrr que puta suerte cabrón!!- exclamó.

-Espera ¿de qué hablas?- cuestionó el menor, ya estaba asustándose... pero ¿era una suerte? ¿Cómo? No pudo con su curiosidad y abrió nuevamente su portátil para ingresa a la página "sexualservice.net". Justo en ese momento sonó una notificación de un nuevo mensaje en su bandeja de entrada en Gmail, dejo escapar un jadeo de susto.

-¿Qué pasó?- inquirió Fargan.

-Lobo Nocturno me acaba de mandar un e-mail- respondió mientras se disponía a abrirlo.

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