Primer día

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Capitulo doce

Primer día

Maca

Algarrobo - Enero 2030

Llegamos en caravana, no ví a Rubí porque solo fuimos alcanzandonos. Me estoy estacionando en la casa que arrendaron y me bajo para sacar las cosas. La veo bajar del auto con Andrés y algo llama mi atención, en la fiesta no pude mirar a nadie más pero... yo lo conozco.

Me quedo un momento relacionando todo y sí, tengo la certeza que es él. En ese momento entiendo todo y mi viaje se vuelve completamente innecesario. Fue como un balde de agua fría que me recorrió el cuerpo. Me mareo y me doy vuelta para apoyar mi espalda en el auto pero el cuerpo se me va de golpe. Tamara corre para sostenerme.

Estoy bien amor - le digo con ternura, pensando en tantas veces que la he dejado esperando algún tipo de afecto. Desde que comenzamos le dije que yo no puedo amar a nadie, que ya ame todo lo que podía amar y esa persona se lo llevó todo. Yo solo soy una compañía y si es que se puede decir de alguna manera.

Mi papá llega corriendo y con él todos los demás, hasta que la veo cerca.

Hijita mia, ¿qué le pasó? - me toma en sus brazos

Nada papá, solo no he comido nada y me sentí muy débil - le digo mientras aparto la mirada de Rubí y me refugio en Tamara.

Hija mía tienes que comer, vamos a tomar desayuno adentro y después ordenamos.

No empecemos con los mareos po' Maqui, aunque no tení' por dónde quedar embarazada - sonrió mientras Esmeralda bromea y se lo agradezco.

Entramos a la cabaña y me ofrecen comida pero solo quiero vomitar al verla entrar con él. Lo vuelvo a mirar y confirmo que sí es él.

Agatha nos habla a todos mientras la Esme prepara el desayuno.

Ya mira, la Rubí con Andres van a dormir en la habitación de arriba que está al lado de la mía con Sergio. No piensen mal niñas pero ya habíamos reservado así - y ustedes portense bien que no quiero estar escuchando cosas yo - Les habla a ellos.

¡Ay mommy! - replica Rubí - ¿cómo se te ocurre?

La Maca con su polola van a domir en la pieza que está al lado de la cocina. Tiene una cama más chiquitita.

Rico, ¡así dormimos apretaditas! - dice Tamara mientras me abraza y me deja un beso en mis comisuras. No soy capaz de mirar a Rubí, pero alguien de este lugar me está mirando fijamente.

La Esme y la Jose en la pieza que está aquí en la entrada.

¡Ay! Siempre quedo con la cabra chica, como soy la única que no tiene pololo - reclama y es como si aún tuviese veinte años.

¡Córtala Esmeralda! - grita Agatha - me sorprende que Rubí no sigue la discusión como siempre lo hacía. Lo que sí hace es subir con Andrés.

Vamos a buscar las cosas afuera, son cuatro días así que hay harto que entrar. Mientras, mi papá prepara el desayuno y me admiro de lo que ha hecho Agatha con él. Rubí no baja aún y mi mundo da vueltas pensando que es está pasando en esa habitación. Pero ya no tengo nada que hacer ni decir. A ella siempre le gustaron los hombres y yo fui solo una etapa. En este momento me invaden unas ganas de sacarle celos o por lo menos demostrarle que estoy la raja, que no me importa con quien está ni qué tan enamorada está. Entonces la escucho salir y me lanzo a los labios de Tamara, aprovecho que estamos solas.

Escucho un carraspeo de voz.

Perdón - Rubí hace el sonido, me mira y sonríe.

Tamara se larga a reír y Andrés también.

Antes de OlvidarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora