El clamor de las almas

603 32 17
                                    

Les pido que lean este capítulo con el tema que les dejo por favor. Lo escribí con esa música y sé que ayudará a que sientan el camino de los personajes. 

Capitulo dieciséis

El clamor de las almas

Maca

Algarrobo - Enero 2030

Escucho su voz y cierro los ojos. Por un momento pensé que no iba a venir. Sonrío porque sé que está esperando que la invite a mi soledad.

Siéntate conmigo Rubí - le digo.

Te vas a congelar - me dice y se sienta a mi lado pero sin tocarme. La miro y esta luz natural de noche la hace ver tan hermosa, más hermosa de lo que la recuerdo. Rubí siempre es un espectáculo a mis ojos. Con los años entendí que la alejé de mí por mi propio miedo a perderme más en ella, es tan absurdo pero son cosas que hacemos por miedo.

Pensé que no ibas a venir - le digo

Ni yo sabía que vendría Maca - sonríe

Estás tan hermosa Rubí, tan mujer - le digo, estoy cansada de esconderme de ella.

Gracias Maca, tu igual, no recuerdo haberte visto más bella que hoy - me dice y sus ojitos brillan tanto.

Tenemos que hablar ¿Cierto? - le pregunto para obtener su consentimiento

Sí Maca, tenemos que hablar - me responde seria, tan seria, tan adulta que me matan las ganas de besarla. Esta mujer me gusta de todas las formas, eso nunca cambió y ya no va a cambiar.

Maca, hay algo que necesito saber y puede que no tenga derecho a saber nada de esto, pero tengo que intentarlo - me mira directo a los ojos - ¿Porqué no llegaste? Porque me dejaste plantada ese 15 de Julio?

Me deja congelada, pero ahora el frío viene desde adentro hacia mi piel.

¿Fuiste? - le pregunto

Obvio que fuí Maca, espere horas.

No puedo hablar, pienso en lo estúpida que fui, lo cobarde. No salen las palabras por unos minutos, o así lo siento.

Rubí, fui una tonta pensé que estabas enamorada de Andrés- le digo con los ojos llenos de lágrimas.

Esperate, ¿Andrés? ¿Cómo sabías de Andrés?

Yo te ví Rubí - me ahogo con mis lágrimas y el llanto que se escapa de mi cuerpo - un mes antes de juntarnos, en junio de ese año. Decore nuestra casa de nuevo - sigo llorando. Puse un cuadro mío en el living y llené de plantas el depa, como siempre quisiste. Estaba convencida de que íbamos a volver. En ese tiempo la pintura me había ayudado a sanar, a enfrentar el miedo, a sacar ese amor que me estaba matando estando o no contigo y que no podía digerir de ninguna forma.

Un día fui al café que está al lado del hospital donde trabajas, me senté y te esperé solo para verte, y te ví.

¡Maca no! - llora - ¡por favor no! - Se lleva las manos a la carita.

Te ví entrar con él de la mano y vi lo que quise ver Rubí. Fui al día siguiente y al siguiente y me obsesione con verte con él y el amor se convirtió en dolor, en rabia, en odio - me toma la mano.

Entraban y él te tocaba Rubí. Creo que enloquecí un poco, hice un recuento de todas las veces que hicimos el amor, veía tus movimientos, tus besos, tu locura en él, esa locura que era mía. Yo estaba ahí, en ese café y él te besaba y yo me alimentaba de ese dolor que me torturaba de día y de noche, imaginándote con él.

¿Me veías feliz? - pregunta

No Rubí, ahora, con el tiempo me doy cuenta que eras una muñeca sin vida. Pero en ese momento ví lo que quería ver. Quería saciar mi mente del miedo que siempre había tenido que era verte en los brazos de un hombre, para justificar que yo no era la culpable de haberte alejado. Quería odiarte por haberte entregado a un hueón. Rubí, me quería morir.

Antes de OlvidarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora