Flor de Loto

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Capítulo veintidos

Flor de Loto

Maca

Estoy en la puerta, congelada. La mujer más hermosa de la tierra está frente a mí. No me salen las palabras.

¡Acepto! - me dice mostrándome las maletas.

Sonrío y ella también, llevo mi mano a mi boca.

¿Podrías besar a la futura esposa o no? - me dice.

Sigo en shock, pienso en todo este tiempo soñando con esto que tengo que demorarme un poco más para no olvidar esta imagen perfecta de mi mujer volviendo al hogar que construimos de jóvenes.

Doy dos pasos, deslizo mi mano por su cintura, ella sube los brazos por mi cuello y la beso. Sin culpa, sin tiempo en contra, sin miedos. La beso como la primera vez en ese ascensor pero con varios años más y mucho más amor, con la otra mano le acaricio su cara hermosa que me provoca tanto amor cada vez que la veo, esa carita que borra todo lo malo. Acaricio su mentón, con mi mano recorro su frente, sus pómulos, siento como nuestras lenguas se unen. Las manos de Rubí buscan, como siempre, mi piel por debajo del cuello de mi camisa.

Maca, ¡Te amo! ¡Te amo! ¡Te amo! ¡Te amo! - me besa por toda la cara y con su cuerpo me empuja entrando junto a mí a nuestra casa. Cierra la puerta sin despegarse. La tomo de la espalda y la recorro con mis manos hasta sus caderas.

¿Y las maletas? - le digo - sin apartarme de su boca.

¡Que esperen! ¡Ay Maca te necesito con ese terno para nuestra boda por favor! ¡Te vei tan rica! - me besa

¡Ay Rubí! - le digo tímida.

Nunca entiendes que me fascinas, que me vuelves loca, que te encuentro perfecta, que para mí no hay nadie nadie que pueda compararse a como te veo. Me provocas todo lo hermoso mi amor. Te advierto Maca, ¡Yo no me separo más de ti! - me dice tomando mi cara con sus manos y llevándome a donde sé. Me empuja y voy levantando su vestido, tocando su piel con mis manos. Con su cuerpo me empuja lentamente a la habitación, voy de espalda y ella desabrocha uno a uno los botones de mi camisa, cuando ya no queda ninguno, junta sus manos en mi pecho y dirige sus ojos hacia ellas. Me observa la piel mientras saca con suavidad la camisa hacia los costados de mis brazos, toca toda mi piel mientras lo hace y me estremezco. Me está descubriendo como si no me conociera. Vuelve su mirada a mis ojos, más profunda que nunca.

Te amo, quiero amarte toda la vida Maca - me habla a un centímetro de mi boca.

Siento su respiración mientras termino de sacar su vestido. No tiene sostén, lleva solo un bikini mínimo. ¡Es tan hermosa que voy a morir! Saca mi sostén con sus manos rodeándome mientras pasa su lengua por mis labios como siempre le gusta hacerlo. Muerde mi labio inferior y río en su boca. La beso con más locura. Se pega a mi para sentir nuestros cuerpos desnudos. Nos mapeamos la piel con los dedos, sin dejar de besarnos. Me lleva a la cama, me recorre el cuerpo con sus besos, dejando un camino trazado con su lengua hasta que llega a mi tatuaje. Lo besa una y otra vez.

Te dije que eras mia - sentencia con su boca en mi ingle.

Lo soy Rubí. Soy tuya

Sube hasta mi boca, me besa con locura, se sube sobre mí con una pierna a cada lado de mis caderas, desliza su mano por debajo de mi ropa interior y siento sus dedos en mi clítoris. Cierro los ojos un instante para sentirme de ella, sin despegar su cuerpo de mí, sin dejar de besarla. Mueve sus caderas al ritmo de sus dedos y con mis manos la tomo fuerte de ellas. Le muerdo la boca, se la como. Esa boca única en el mundo es mía, solo mía. Aumenta el ritmo y me habla cosas irreproducibles al oído, cada cosa que dice me vuelve mas loca y cuando estoy a punto del orgasmo saca su mano, se lleva los dedos a su boca y sonríe con tanta picardía que gimo de solo verla. Baja por mi cuerpo con su lengua comiendome la piel, desenfrenada, hasta llegar a mi vagina, me toca con su lengua y me hace explotar en su boca. Exhalo un orgasmo exquisito. ¡No sé cómo pude vivir sin ella!

Antes de OlvidarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora