Mordida

Prólogo

Stiles solo podía maldecir a Scott y Derek, esos lobos idiotas lo habían levantado en la madrugada para perseguir a un grupo de omegas que entraron al territorio. Sí, él fue quien se quejó porque no lo incluían tanto en la manada pero también era un humano que a pesar del entrenamiento de los Argent no podía seguirles el paso mientras corrían.

Ahora se encontraba mucho metros detrás de la manada, ni siquiera podía verlos y menos con toda la oscuridad rodeándolo.

- Maldito chuchos. No entiendo ni para que me trajeron. Ya no sé si es mejor que me hagan a un lado a que me arrastren a situaciones en los que no puedo ayudarlos. – susurró mientras dejaba de correr y comenzaba a caminar con una mano sobre su cadera donde descansaba un arma enfundada por cualquier cosa.

Miró a su alrededor, como pisadas así que se detuvo y puso atención a cada pequeño rincón que estaba cerca de él. La luna era lo único que iluminaba el bosque y no le era de mucha ayuda pero Stiles pudo ver claramente unos ojos rojos mirando en su dirección así que no lo pensó y salió corriendo, escuchando los pasos detrás de él así que solo podía rezar con encontrar a alguien de la manada o poder evitar a lo que fuera que lo estuviera persiguiendo.

Lo último que sintió era ser aplastado por algo realmente pesado y después un dolor punzante en su costado para ser envuelto en la total oscuridad.