Mordida

XII.- Ocho Años

Cinco años después...

Cora junto con Allyson fueron las primeras en regresar al pueblo, Scott y los demás llegaron unos días más tarde. Ahora como graduados y con experiencia volvieron a su hogar, donde pertenecen. Noah y Peter los recibieron y los llevaron a la mansión que dejó construida Derek antes de irse con Stiles a Quántico. Chris y Melissa los recibieron en la mansión con una comida. Los días en los que la manada llegó todo fue risas y charlas acerca de lo que habían pasado en la universidad. Liam y los demás menores también regresaron ya que ellos prefirieron no tomar un año y empezar a trabajar en el pueblo sin experiencia.

- Han pasado días pero no hemos tenido noticias de Derek y Stiles. – comentó Lydia confundida.

- Tampoco están Jordan y Caleb.

- Lo último que supimos acerca de Derek y Stiles es que salieron a una misión muy importante, al parecer su alfa se volvió un agente. – dijo Peter mientras fruncía el ceño. Sabía que las misiones podían durar años y no tener contacto con su familia pero habían pasado dos años desde que no tenían información y cuando se comunicaron con el FBI les dijeron que estaban bien pero aún así no le gustaba nada la falta de comunicación.

- Caleb estaba ansioso así que él y Jordan fueron en su búsqueda pero no supimos nada de ellos después de que nos dijeron que se habían encontrado con Stiles. – explicó Noah de manera tranquila. Cuando Stiles había desparecido de sus comunicaciones sintió que su mundo se caía en pedazos pero más tranquilo se dio cuenta de que eso no ayudaría nada así que con ayuda de Peter se mantenía en calma para no perder la cabeza.

- Es algo bastante extraño, ellos debían de volver y son personas que cumplirán con su trabajo. ¿Trataron de contactar al consejo? – les preguntó Jackson de manera seria, había algo que estaban pasando por alto.

- Estamos atados de manos, tratamos de ir pero algo siempre lo evito. Al parecer Caleb dejó algún hechizo así que solo nos queda confiar en ellos y su regreso. Tratamos de contactarnos con el consejo pero algunos brujos nos dijeron que estaban atendiendo un asunto importante, desde entonces nos ha sido imposible volver a contactar con ellos. Derek y Stiles volverán con nosotros porque es su hogar y somos su familia. – les dijo Peter aunque la mayoría no estuvo de acuerdo, no se sentían tranquilos sin su alfa presente y menos sin el castaño.

- ¿Solo nos queda esperar? – preguntó Theo mientras dejaba suaves caricias sobre la espalda de su novio.

- Es lo único que tenemos.

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Tres años más tarde...

La manada aprendió a sobrevivir sin su alfa y fueron guiados por Peter la mayor parte de tiempo pero todos se volvieron los alfas solo que siempre estuvo ahí el vacío de Derek y Stiles. Jordan y Caleb también hicieron falta, no había día donde los betas extrañaran a los miembros de su manada. No habían tenido noticias pero no perdían la esperanza de volver a verlos después de todo ellos eran los que podían sobrevivir a cualquier infierno.

En la entrada del pueblo un jeep negro se hace presente, la camioneta esta blindada y sus vidrios polarizados. Tomó el camino del bosque hasta llegar a la mansión donde los betas se apresuraron a salir, no muchos sabían la ubicación de su hogar así que podía ser una amenaza.

- Manténganse alertas. – dijo Peter dejando brillar sus ojos.

- Veo que se volvieron cautelosos, eso es bueno.

Todos se congelaron al escuchar esa voz, podía sonar más grave y algo apagada pero la reconocerían en cualquier parte.

Del jepp salieron cuatros hombres. El primero cabello castaño algo largo y desordenado con una ligera barba adornando su rostro, su cuerpo estaba un poco más musculoso, su piel blanca hacía resaltar las cicatrices en sus brazos pero la que más llamaba la atención era una que pasaba por su ceja, atravesaba su ojo derecho y terminaba a la mitad de su mejilla; el segundo que se mantenía con una mano en la cintura del anterior, cabello azabache, barba cubriendo su rostro, su cuerpo fibroso no parecía haber cambiado con el tiempo, había una pequeña cicatriz en su nariz; el tercer hombre, cabello rubio castaño con un corte militar bastante corto apenas y había crecido después de habérselo rapado, su cuerpo se mantenía de la misma manera pero una cicatriz de quemadura adornaba su cuello; y el último, su cabello rubio se encontraba atado en una pequeña coleta, su cuerpo había ganado músculo y una cicatriz bastante grande adornaba su rostro, comenzaba en la barbilla hasta el cuello.

Ellos habían cambiado, no eran lo mismo y su brillo opaco en sus ojos lo denotaba.

- ¿Stiles? – preguntó Noah con sorpresa al ver a su hijo tan distinto, cansado.

- Ha pasado tiempo, papá. – dijo Stiles esbozando una ligera y muy pequeña sonrisa.

Noah se quiso acercar a su hijo pero fue detenido no solo por el anillo brillante en su dedo anular en su mano izquierda sino también por las pequeñas vocecitas.

- ¡Pops! ¡Papá!

Del jeep salieron tres niños de once años. Los primeros, unos gemelos de cabello castaño, piel ligeramente bronceada adornada por lunares, uno de ellos de ojos verdes con motas cafés y el otro de ojos heterocromáticos: uno verde y el otro whiskey; el segundo de cabello rubio castaño de ojos azules, una copia de Caleb pero con los rasgos de Jordan.

Los lobos notaron de inmediato que los gemelos eran lobos alfas mientras que el pequeño olía a humano pero con cierto toque a cenizas.

- Les dijimos que esperaran. – les dijo Stiles con cariño mientras acariciaba el cabello de los gemelos.

- Deja de seguir tus primos en sus locuras. – le dijo Caleb al pequeño rubio castaño que solo rio al igual que los gemelos.

- ¿Cachorro?

Los niños y Stiles miraron a Peter con curiosidad algo que hizo enternecer el corazón de todos.

- Oh, lo siento. Ellos son nuestros hijos. – tomó los hombros de los gemelos – Kiran – saludó el de ojos verdes – y Luka. – miró al rubio castaño – Él es Agni, hijo de Caleb y Jordan.