Capítulo 30. Amor y plenitud

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"El amor es la luz que ilumina y da belleza a la foto de la vida." Juan

Jungkook POV

El día había iniciado de modo muy extraño, todo el día tuve día un presentimiento desagradable, me decía que algo estaba mal; pero tenía muchísimo trabajo y no podía dejarlo de lado. Donghae iba a dejar la presidencia y necesitábamos demostrar que seguiríamos siendo fuertes y confiables.

Yulia había cometido varios errores, eso me ponía de malas. Hablé con ella y me dijo que su hermano andaba en líos de drogas y eso la tenía distraída, pero se comprometió a concentrarse en su trabajo.

Miré de nuevo el documento que se suponía debía estar leyendo, pero simplemente no podía hacerlo; algo me decía que estaba mal, que algo iba mal. Tomé el teléfono y llamé a la oficina de Jimin.

—Buenas tardes, oficina del abogado Park... —Escuché un diablos bajito y eso me hizo reír. Erick no podía acostumbrarse a llamarlo Jeon—. ¿En qué puedo atenderlo?

—Erick, soy Jungkook, es el teléfono interno —aclaré sarcástico—. Pásame al señor Jeon.

—El salió, me dijo que iba por Jungwon y luego irían al parque.

—¡Diablos! No me gusta que ande solo. Gracias, Erick.

—De nada guapo —dijo y colgó.

Llamaría a Jimin en media hora, en cuanto terminara con este documento, últimamente le daba por caminar en el parque. El no entendía que había muchos locos sueltos, sobre todo la loca de Shinhye. Parecía que Jimin no se daba cuenta de todos los peligros que lo rodeaban.

Decidí concentrarme en mi caso y salir lo más temprano posible. Tendría una larga plática con Jimin, tal vez contratara a alguien que hiciera las veces de chofer y guardaespaldas.

El teléfono sonó varias veces pero necesitaba terminar, no podía distraerme, esperaría a que Yulia contestara, sin embargo el teléfono no dejaba de sonar, miré el reloj eran casi las siete de la noche, había olvidado llamar a Jimin. Busqué a Yulia pero al parecer hacía mucho se había ido. Contesté el teléfono cuando volvió a sonar.

—Jungkook, soy Rose, ¿está Jimin contigo? No ha llegado a casa y estamos preocupados.

Todo comenzó a darme vueltas, intenté calmarme.

—Rose... —Lo sabía. Jimin no debía de estar solo, debí haberle hecho caso a mi instinto—. Hace mucho tiempo que salió de aquí, llama a la policía, tenía a Jungwon con él, algo paso. Estoy seguro, me lo dice el corazón.

Las siguientes horas se convirtieron en las más espantosas de mi vida y cuando llegó un supuesto mensaje de Jimin todo fue peor. ¿Dónde diablos estaba? ¿Quién la tenía? Heechul había logrado hacer que la policía se moviera con premura, gracias a la denuncia previa contra Shinhye y a favores que pidió. Toda la familia estaba informada y cada uno estaba haciendo lo mejor para ayudar.

Yoongi contactó a todos sus conocidos, por si algun embarazado o algún niño con su descripción aparecía en urgencias; Dahyun nos mantenía a todos alimentados; Rose... digamos que Rose tomó la coordinación de todo; yo no tenía cabeza para nada, sentía como si el mundo se hubiera congelado.

Namjoon intentaba hacerme entrar en razón, pero simplemente me había convertido en una especie de zombie. Mamá y papá se turnaban para cuidar a Charlize.

Jimin llevaba perdido días, no había ido a trabajar, delegué mis casos a Rose, a Taemin y a Jin. Yo solo me sentaba en la habitación de Kayden. Me sentía morir.

Escuché el timbre, ¿cuántos días habían pasado? Uno, tres, mil... No sabía, lo único que sabía que Jimin estaba lejos de mí, que alguien me lo había quitado junto con mis hijos.

Sufrir, Vivir, Amar ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora