CAPÍTULO I

131 18 11
                                    

No hace mucho tiempo estuve sentado en una banca
en el parque. era una banca de color negro de hierro viejo y oxidado, mientras que el olor de las flores del campo hostigaba mi nariz, las abejas en las flores con el polen, las personas, parejas demostrándose su amor, unas madres con hijos que
corrían como pequeños demonios de Tasmania mientras que otros limpiaban sus mocos en las mangas de sus playeras y otros se embarraban todo tratando de
limpiarse el helado de la boca, los borrachos tomando y tomando a la orilla de la acera dándole mal ejemplo a los niños a su alrededor.
Al final del camino por donde pasaban los corredores que decidían salir a correr en ese parque, al final de esa recta había una banca negra brillante había una muchacha como de 19 años, alta pelo negro con un
corte de fleco que se notaba que había sido cortado en casa por ella misma, se notaba que hacía ejercicio, aún asi allí estaba ella sufriendo de algún mal, no lloraba porque estaba en público o quizás era por alguna otra cosa, me pregunto porque estará llorando Después de ya varios minutos ella seguía así y mi filantropía no me permitía quedarme sentado sabiendo que ella probablemente necesite ser escuchada o algo así yo seguía indeciso si ir a o no ir… entonces fue allí donde vi, una lagrima rodar por su mejilla sin pensarlo camine hacia donde ella, cuando llegue  se limpió las lágrimas - entonces le
preguntó

Noah: ¿por qué lloras?

Desconocida: ¿Quién eres?

Noah: Me llamo Noe, quiero decir Noah, sé que venir de pronto siendo un desconocido para ti, sé que es meterme a tu vida, pero te vi llorando y me preocupé porque pensé que necesitas ayuda.

Desconocida: pues sí, pero es problema mío yo a ti no te conozco así que discúlpeme, pero no se meta en eso

Noah: entiendo y también lo respeto, no nos conocemos, pero he visto que tienes un problema

Desconocida: si, lo hace, pero estoy bien… voy a estar bien.

Noah: está bien, si mañana aun tienes problemas y crees que no has avanzado, ven a hablar conmigo aquí estaré

Desconocida: estaré bien dije

Noah: de acuerdo de acuerdo, nos vemos otro día.

De camino hacia la vieja banca oxidada volteo a ver dónde hacia donde estaba esa chica, y ya se había marchado en lo que camine hacia la vieja banca.

¿Cuál habrá sido su problema?

Unas horas después cambie de lugar, mi segundo lugar favorito para las
veces que quedaba a observar el crepúsculo caer, es una increíble vista los que se observan en los límites del parque en dirección a la ciudad. Ver el negro de la noche, un leve color morado con
una combinación de rojo y naranja, amarillo con un toque de celeste, mientras más caía la noche más se
notaban las estrellas, ver cómo las estrellas se posicionan encima de mí.

Al día siguen fui a trabajar como fue costumbre los tres meses anteriores, aunque una variante tenía ese día.
Yo esperaba con ansias volver a ver ese pequeño fleco y sus grandes ojos color cafés, aunque no llego y así fue como paso los días siguientes un día lleve un helado de Ron con pasas no perdía la esperanza de volver a verla, un día estaba en el parque y de repente llego mi mejor amigo...

NOAHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora