legión del dragón

La caída de Braavos

Braavos.

En el extremo noroccidental de Essos donde el mar angosto y el mar de los escalofríos se unen, se encuentra la mas joven y rica de las ciudades libres de Essos. La ciudad secreta de Braavos.

Sus cien islas se alzan sobre sus aguas salobres y oculta por la niebla. Se cuenta que esta ciudad fue fundada por un grupo de fugitivos de un gran convoy esclavista de Valyria, con mucho valor y nada que perder,  se rebelaron contra sus amos y tomaron los navíos esclavistas para por rumbo a una nueva tierra lejos de sus amos. 

Las cantoras lunares profetizaron que la tierra que ellos tanto buscaron se encontraba en una distante albufera oculta por una gigantesca muralla, pinos y cuyas brumas los ocultaron de sus captores. Debido a que todos ellos tenían diferentes dioses  debido a que venían de diferentes tierras, pero todos optaron por respetar todas las religiones.

Debido a que todos los libertos tenían conocimientos suficientes para alzar una gran ciudad. Con los pasos de los años estos lograron vivir libres de los Valyrios, optaron por que su primera ley fuera la libertad para todos debido a sus orígenes.     

Las leyendas sobre esta mítica ciudad escondida se esparció con forme los primeros comerciantes de Braavos zarparon rumbo a poniente, barias de las ciudades libres e incluso llegando a lugares ten lejanos como Ib y asshai de la sombra.

Lograron mantener el secreto de su ciudad gracias a las cartas falsas de navegación, todo por mas de un siglo. En la actualidad la ciudad era conocida como una de las mas prosperas por el comercio y por el famoso e infame banco de hierro.

O al menos así era hasta esa fatídica noche.

El Arsenal. El símbolo de poder marítimo en Braavos después del Titán. Estaba en llamas, los pocos barcos que estaban en los canales y en los puertos estaba siendo incendiados o abordados por esos cadáveres que se lanzaban de esa anti natural niebla que flotaba por toda la ciudad, animales muertos se encargaron de despedazar a todos los que no pudieron defenderse, los esqueletos apuñalaron a las personas, los enormes caballeros negros despedazaron y partieron puertas, casas, barcos y a cualquiera que se atreviera a enfrentarlos.

-¡Izerna, no dejes de correr!- Un hombre de cabello negro y piel cobriza corría junto a su mujer y su bebe de apenas un día del nombre.

Ellos como muchos otros Braavosis estaban escapando de su amada ciudad que ahora estaba siendo atacada por demonios, no había otra forma de llamar a estas cosas. Aparecieron de la nada en medio de la noche y empezaron a masacrar a todo ser vivo que encontraron.

Algunas personas estaban corriendo en dirección a los templos, muy seguramente con la creencia de que si rezaban en los templos de sus dioses, estos les salvarían. Pero si las luces carmesí del fuego y humo negro que se extendía desde ese lugar le decía que refugiarse en ese lugar no les sirvió de nada. A Thorosh el esposo y padre buscaba un bote para poner a su familia a salvo, sabia que la única manera de escapar con vida de la ciudad, pero el caos era demasiado y los puertos estaban abarrotados y muy posible mente serian mataderos cuando los demonios llegaran a ellos, por lo que solo había un lugar al cual ir.

 -Izembaro,entra con cuidado- Thorosh ayudo a su esposa a subir a un bote todo demacrado.

Eses bote era uno que el usaba para el trafico de ciertas sustancias que el necesitaba transportar a los barcos que ya habían realizado su inspección. Thorosh seguramente nunca esperó que su trafico nocturno hiciera mas que ayudar económicamente a su familia.

Remaron, remaron y remaron de manera lenta para no hacer tanto ruido y atraer a los demonios que aun estuvieran cerca de ellos y fue la decisión correcta.