- Capítulo Cuatro.

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—Señor, está siendo demasiado cruel con sus palabras. No trate al señorito JungKook así.

Taehyung se detuvo en el momento que el dueño de aquella infantil voz tiro de la manga de su camisa. Este bajo la mirada encontrandose con el cuerpecito diminuto de un niño de no más de seis o siete años. Cabellos castaños y ojos marrones quienes miraban al demonio como si fueran a llorar. En pocos minutos Taehyung se vio rodeado de tres niños más todos reclamandole sobre su comportamiento hacía el pianista quien solo miraba la escena sorprendido.

—Sueltame, humano. No me toques con tus sucias manos. —dijo el demonio intentando controlar su ira para evitar revelar su verdadera imagen, sin embargo el niño no cedio—. ¡Sueltame!

El cuerpo del niño se tambaleo hacía atrás hasta caer debido al empujon que le había proporcionado Taehyung. JungKook grito el nombre del niño y se acerco corriendo a asegurarse que este estuviera bien pero ni siquiera al niño le importo los raspones en sus manos o ropa sucia, a los otros niños parecía no importarle su amigo e incluso JungKook dejo de pensar en este por unos minutos.

Todos miraban un solo punto o más bien a alguien en particular, Taehyung.

—Señor ¿qué le ocurre a su mano?

Taehyung asustado bajo la mirada a su mano derecha la cual ya no estaba siendo cubierta por un guante, este se encontraba tirado en el suelo.

Aquella parte de su cuerpo incompleta se mostraba como algo horroroso. De la muñeca para abajo toda la piel estaba quemada hasta el punto que parecía carbon, en lugar de uñas habían garras inmensas que parecían que en cualquier momento atacarían. Habían ampollas, rasguños, eran manos dignas de pesadillas y ahora habían quedado al descubiertas. La parte más vulnerable del demonio.

—No mires... No mires... ¡No las mires! —grito el demonio perdiendo el control, llevando su mirada al joven pianista que mantenía sus labios abiertos en sorpresa y abrazaba al niño.

“Él las ha visto”

“Ya las ha visto”

“Y no hay nada que yo pueda hacer, después de todo soy un demonio”

Taehyung aparto la mirada y huyo de aquel lugar, de aquellas miradas que lo juzgaban. Porque Taehyung lo sabía no importaba si usaba un nombre humano, no importaba si tenía una apariencia hermosa, no importaba cuanto fuera lo que buscara encajar siempre sería un monstruo horrible y por eso siempre había estado solo.

“Ahora él también se ira y solo me dejara”

Ahora las lágrimas habían comenzado a correr por sus mejillas y su pecho se sentía oprimido más cuando su nombre salia de aquellos labios acompañados de una voz delicada.

—Taehyung ¿dónde estás? —preguntaba JungKook mirando a todos lados en busca del demonio.

Un sollozo se escucho y JungKook levanto la mirada hacía las ventanas que se encontraba abiertas, eran las del salón de música. En el apoyo se encontraba la figura de un Taehyung sentado con sus manos cubriendo aquel hermoso rostro que a JungKook le gustaba admirar. El demonio detuvo sus sollozos cuando escucho hablar a JungKook nuevamente.

—Así que estabas aquí, Taehyung. ¿Por qué te haz ido? —pregunto el menor mientras con esfuerzo intentaba escalar hasta subirse al apoyo de la ventana y sentarse junto a Taehyung.

—Por favor, no me tengas miedo.

JungKook detuvo su tarea y levanto la mirada como si aquellas palabras hubieran salido de su imaginación.

—No me odies. Por favor, no huyas de mi.

JungKook no volvio a hablar solo continuo agarrandose del marco de la ventana y subio, daba gracias que esta solo estuviera un poco levantada del suelo.

Cuando el pianista logro acomodarse y asegurarse de que no caeria entonces se giro hacía Taehyung y tomo el rostro de este para que le mirara. Una sonrisa crecio en sus labios al ver aquellos ojos azules llorosos.

—No huire. No tengo porque tenerte miedo. ¿Cómo podría un demonio llorón como tú resultar aterrador? El monstruo del armario hasta da más miedo.

Taehyung se mantuvo largos minutos en silencio mientras miraba el rostro del pianista que luego de un rato comenzó a ponerse rojo y más rojo.

— ¿Q-Qué?

Taehyung tomo una de las manos de JungKook, la tomo entre aquella mano que no se encontraba cubierta por guantes y lo sintio. Aquellas manos eran cálidas, manos tan cálidas que tocaban música y llenaba de amor todo a su alrededor.

Así pasaron las horas y ambos solo se miraban entre ellos mientras continuaban sosteniendo la mano del contrario con una sonrisa. El sol ya había desaparecido completamente y ahora era la luna quien adornaba el cielo.

Las personas bailando y cantando estaban allí festejando pero ellos en cambio decidieron quedarse en el salón de música. JungKook mantenía su cabeza recostada en el hombro ajeno.

— ¿No prefieres estar con ellos? —pregunto el demonio.

—Mmm... No. Es bonito y me gusta pero no soy bueno bailando y tampoco tenía pareja para ello. Así que es suficiente para mi con mirar.

JungKook miro el piano tras él y se levanto entrando en el salón para luego sentarse frente al piano.

—Taehyung... Ya he encontrado el deseo de mi corazón. —el demonio se giro en silencio para prestarle atención—. Si pudieras encontrar a alguien a quien amar y que esos sentimientos alcanzaran a la otra persona, entonces aquellas manos sostendrian las tuyas suavemente y no las dejarían ir.

» Yo intercambiaria mi deseo por eso.

—JungKook...

—La noche está hermosa ¿a que si? Estoy segura de que mañana estara despejado. ¿Por qué no bailas conmigo un rato?

El demonio asintio y se puso en pie acercandose hasta hacer una reverencia en espera de que el pianista tomara su mano. Entonces penso:

“Esas manos que tanto amor compartieron con otros a cambio cargaron con una gran tristeza. De alguna forma quiero ser quien lo compense y ayude”

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Este capítulo me destruyo.
Que hermosa forma de comenzar una semana jajaja.

Quería decirles que ya solo quedan el capítulo cinco y el epílogo.
¿Debería también traerles un especial de los datos y curiosidades a la hora de escribir la historia?
Si es así dimelo.

En fin ya si busquen sus pañuelos, sus helados y hagan las apuestas sobre si tendra final feliz o no.

Pd: hablando de apuestas tengo en mente una historia con una trama de una escuela, secretos, apuestas y mucho salseo ¿qué dicen?

Espero les guste el capítulo y nos vemos mañana.

The Hands of the Monster | ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora