Año 3010... en Tierra nueva llueve mucho gracias a la contaminación humana, las calles son grises y las personas son tristes, cansadas ... tan rutinarias.
- Ismael... nunca me has dicho por qué estas aquí - El niño hizo una mueca mientras observaba por la ventana del orfanato una calle llena de personas con abrigos grises y negros - No tengo que decirlo... vives en mi mente, has tú de saber - En tu mente hay mucha basura, hasta a mi se me hace difícil saber que es verdad o mentiras... estas mas que traumado chiquillo - El jovencito guardo silencio por un momento - Tú me tienes traumado - suspira - Tú y tu fastidiosa voz, siempre cansado, con esos suspiros tan agitados y agonizantes, caminas por mi mente, mi cuerpo, eres tan frio que me entumes el cerebro y cada una de mis articulaciones.
- Eres tan crueel - se burló - Tan dulce, ser humano, débil, hostil y terco, un pobre niño loco.
-No estoy loco.
-Estás en un sanatorio ¿no? por mas que le llames Orfanato... vamos Ismael... cuéntame por que estas aquí?
- Intente suicidarme... muchas veces.
- Si... eso es ¿te arrepientes de eso?
-Me temo que no - susurro triste.
-¿Te ayudo con eso?
- ¿Cómo podrías? nunca conseguí suicidarme, la muerte me ignora - Arrugo la frente.
-Mírate en el espejo - el jovencito se bajo del ventanal, con recelo se acerco al espejo el cual tenia con una sabana para que su huésped interior no lo molestara, al quitar la manta llena de polvo se reflejó la habitación, y con ojos tristes observaba su delgaducho cuerpo, lleno de moretones y ropa gastada, el cabello rubio grasoso y despeinado y unos grandes ojos fuera de orbita desorientados, visco a decir verdad - ¿Cómo la muerte le puede correr a un pequeño diablo con tú?
-No lo sé... ¿tú que crees?
- ¿Crees en el destino?
-Destino... ¿me darás una charla motivacional?
- Para nada... lo que digo es que las cosas no son como uno las quiere, las cosas pasan por que tienen que pasar.
-¿Quien dice?
-Yo
-¿Qué sabes tu del destino?... eres una ilusión creada por mi
-Una ilusión.. ¿eso crees?... ¿eso recuerdas?
- Yo ... - observó sus pies envueltos en los desgastados zapatos de cuero y su mente se fue a 7 meses atrás, cuando en una noche de esas en las que llovía a mares tuvo otra de esas maquiavélicas peleas con su abuela, en donde ella lo maldecía y lo culpaba por la muerte de su hermosa hija y el alcoholismo de su yerno, esa noche una vez mas intento suicidarse en la bañera, no sabe que pasó, volvió a despertar en la bañera, solo con el rostro fuera del agua, sus muñecas estaban sanadas del tan profundo corte que pensó se había echo, adolorido, se levanto del agua, la casa estaba muy... muy en silencio, demasiado en silencio, y era extraño, su abuela por lo normal acostumbraba mantener la escandalosa radiola encendida muy alto. Al verse en el espejo del baño estaba vestido de otra manera diferente a la cual recordaba, tenia un traje bonito, camisa verde a cuadros, y un pantalón negro con aun la etiqueta de compra, sin entenderlo salió despacio al pasillo, sus pies descalzos sentían el charco de agua que hacia un camino hasta las escaleras, y llegaba a la sala. La sala estaba la limpia, algo extraño ya que su abuela nunca limpiaba, el hogar parecía un lugar de indigentes desde que tenia memoria.
Abuela dormía en el mueble frente a la televisión, pero no roncaba de manera molesta como lo hacia diario, ni hablaba dormida, en el momento en que Ismael la vio, blanca como un papel, con el rostros tétrico y una expresión sin ojos solo se quedó ahí, observando.
-Creí que gritarías como bebé - asustado busco por toda la estancia - ¿Qué haces? no voltees, me mareas - Al notar que estaba en su cabeza observó el suelo con dula y lagrimas en los ojos - no te preocupes... todo esta bien, no lo recuerdas, estabas muriendo y me pediste ayuda, ahora estas bien, yo te protejo.
- Yo solo se que a sido una tortura desde que te ofrecí mi alma, yo no me quería vengar, solo me quería morir - soltó con grandes lagrimas - en cambio de eso termine el un Sanatorio, preso, por que en mi casa aparecieron mi abuela muerta por un ataque al corazón y sin ojos, y a mi padre ahogado con una botella de licor inducida casi en la garganta ¡¿que te pasa?!
- ... Mmn ¿Qué mas podrían merecer, esas personas que culpan a un pequeño niño por las malas decisiones de su vida? por su desdicha, en mi lógica te hice un favor.
-¡Estas loco! ¿por que haces esto? ¡Eres satanás! - Gritó fuera de si, con llanto herido vio como en el reflejo del espejo un cuerpo de humo con humeantes ojos le observaba las espaldas.
-¿Por qué?... ¿Qué te parecen las historias para dormir? - A Ismael se le palideció el rostros, sabia que era ese sentimiento, ya lo había sentido antes... muchas veces. El suelo se comenzó a condensar, un liquido negro espeso tragaba sus piernas, el pobre paralizado solo observaba el espejo con ojos llorosos - No te preocupes Ismael, no sufrirás, solo te contaré una historia para dormir.
ESTÁS LEYENDO
UNIÓN
Fantasy¿Quién te crees tú Santana para decir quién soy yo? Ni tú ni tu Dios decidirán por mi. En un mundo sin salida, cuando los lideres son los que desangran el pueblo, la oscuridad no te deja ver salvación y el último acto de fe se extingue... de las ent...