- Eso es aqueroso - Se burló de Backhu al verla descuartizando al gran venado de pelaje marrón con manchas azules; Backhu sonrió, no tenia sentidos sensibles a la sangre o degollar cualquier cosa que hubiera estado vida, era algo común en ella.
-¿No es raro?
-¿Qué? - Yolse le señaló con los labios la cabaña.
-...Algo.
- A estado mucho tiempo en cama.. como dos semanas.
- Y tres días - susurró.
- Crees - Se quedó callada pensando en lo que iba a decir - nada
- Creo que hay que aceptarlo - suspiró
- ¿Hablas enserio? Tiene que haber otra solución
- ¿Qué solución encontraremos en un día - dijo sutil ante el rostro triste de Yolse.
-Sí... solo un día - suspiró - ¿Qué haremos entonces? nunca antes habíamos estado fuera de su manto y no se...
- Hace dos semanas estabas muy segura de ti - Yolse se sonrojó. Se formó un hilo de tención ante la critica situación, solo faltaba un día para que Neptum terminara su ciclo, lo que significaba que fuese la ultima vez que escuchasen y viesen a Monsri y a la vez significase que su rutina del día a día cambiaria.
- Deberíamos estar con ella ¿crees que quiera?
-Sí, aunque no quiera
En cuantas mas horas pasaban mas pesado se volvía el ambiente, una bruma espesa de inquietud se ocultaba entre las paredes de la cabaña y los arboles del bosque; Backhu y Yolse buscaban estar separadas, no volvieron a intercambiar palabras ni contacto visual, el mas mínimo rose estaba prohibido aunque compartían los mismos pensamientos, inquietudes y dudas. Suspiros lastimeros salían de ambas y Backhu podía jurar que Yolse lloraba cada vez en cuando por el sentimiento de impotencia, por su parte se sentía enfadada a lo saber como solucionar el problema.
- <<Backhu, Yolse vengan aquí >> - Ambas chichas sintieron como se les heló la sangre de un tiron el eco de su voz permanecía de manera dolorosa en sus mentes y se obligaron a entrar en la cabaña, Yolse sin pensarlo se arrodillo a un costado de la cama tomando las manos de Monsri y sin poder contener el llanto aunque se mordiese el labio .
Monsri estiro su otra muñeca Backhu invitándole a acercarse junto a Yolse y así lo hizo teniendo miedo de desarmar si fría mano llena de cenizas.
No supo que hacer ni decir, solo se quedó allí, viendo el iris lapislázuli de sus ojos apagarse hasta que se le ocurrió.
-Abuela... cuéntame una historia - le solicito con voz suave a lo que ella con un brillo fugaz sonrió y asintió.
-Era yo... una joven hechicera hermosa, con un cuerpo escultural, un rostro de diosa y mi cabello de un azul electrizante era la envidia de mi clan, hermosa y sobre todo inteligente, pero hay que tener cuidado cuando eres el centro de atención puedes caer con facilidad, y yo no fui la excepción, cometí el peor de los actos, me enamore, de un vil humano, me echaron de mi clan y me condenaron a morir sola, pero en mi andar por el mundo conocí, lugares fantásticos, otros amores y a clanes asombrosos como los que alguna vez fueron su hogar - sonrió - a veces lo peor que crees que te puede pasar, resulta ser lo mas fantástico que alguna vez vayas a vivir; cuando creí que había visto lo suficiente para morir en paz, paso lo mas trágico, algunas naciones entraron en guerra y los clanes fueron extinguiéndose, una golondrina llegó a mi cuando estaba en un barco de camino a Zarabeleta y me rompió el corazón cuando en su pequeño pico traía una pluma con un mensaje, y aquí estoy, en medio del bosque, cuidando a una hibrida y su fiel amiga, ambas chicas talentosas - las vio con sus ojos apagados - Recuerden que no deben separarse - con cuidado sacó una pluma de unos 30 centímetros, negra con pequeños destellos tal cual galaxia en ella - esto es tuyo, le pertenecía a mi fiel amiga Naiké, nos conocimos en uno de mis viajes, fui testigo de como crecía, y se enamoro perdidamente de tu padre a pesar de las diferencias, los oscuros siempre fueron seres de mentes abiertas y nos acogieron como uno mas en la tribu, pero ya vez que la maldad es fuerte; Yolse... nunca dudes que eres fuerte, encontraras felicidad en tu camino - Observó a las jóvenes es suspiros suaves y lentos y al final sonrió con amargura - recuerden que, pase lo que pase tienen prohibido odiarse - y finalmente suspiro profundamente mientras apretaba con fuerza las manos de las chicas, lentamente, su piel se achino en arrugas, gris, seca y fría como el mármol, su cabello se torno gris opaco.
El bosque se había tornado blanco por la niebla, solo se podían distinguir el sonido de las gotas cayendo sobre la espesura del bosque, y el chasquido de la leña ardiendo bajo las llamas.
-¿Qué es eso de que tenemos prohibido odiarnos? - preguntó Yolse con la nariz roja de tanto llorar al ver la cabaña en llamas.
-No lo sé - respondió Backhu Tirando el ultimo tronco sobre la gigante hoguera y un momento después Yolse volvió a preguntar.
- ¿ Y ahora?
- Debemos partir - y dando su ultimo adiós se despidieron de la cabaña que las vio crecer la cual ardía dentro con su madre adoptiva, sus cosas, sus libros y todo aquello que diera rastro de quien fueron alguna vez.
Derechos de autor a la imagen: She was lying to me flickr.com
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UNIÓN
Fantasy¿Quién te crees tú Santana para decir quién soy yo? Ni tú ni tu Dios decidirán por mi. En un mundo sin salida, cuando los lideres son los que desangran el pueblo, la oscuridad no te deja ver salvación y el último acto de fe se extingue... de las ent...