- ¡No estamos bien! - Se quejó Yolse desesperada mientras buscaba de donde sujetarse y no vomitar. - Ya quiero que acabe por favor ¿Cuánto más falta? - lloriqueó.
Backhu la observaba sin expresión alguna, pero con un profundo pesar, ya había perdido la noción del tiempo en que habían empezado a navegar y el movimiento del barco las torturaba junto con el hambre, el húmedo espacio y la falta de sueño en ese pequeño rincón.
-Si no como ahora mismo te voy a arrancar una pierna Backhu, ¡lo juro!
-Afuera hay una tormenta.
-No te creo, ¡apenas lo noto!
-No es el mejor momento de salir, espera que el mar se deje de agitar y cuando todos duerman buscaros que comer en los barriles del otro lado - señalo - espera un poco más.
Y así lo hicieron, en el momento menos esperado la tormenta dejo de torturar la nave y todo se calmó, luego de que la tripulación diera un cese Yolse se dispuso a planear como hurtar comida, era sencillo, cruzar tomar y volver.
Una vez su plan en marcha tratando que la madera no rechinara bajo sus pies cruzo la estancia lentamente, y ario barril tras barril, en algunos había licor, carne, hasta que llego a la fruta que era lo único seguro que podrían ingerir sin vomitar.
Orgullosa por su hallazgo tomo algunas cosas y cuando se disponía a volver se encontró unos ojos negros y abiertos a par y par junto con una boca enfurruñada y un pecho hinchado a punto de soltar un grito.
-Caya, - Susurró Backhu- Te cortaré el cuello antes que lo intentes - Yolse solo los observaba sin saber en qué momento ambos se movieron tan rápido y sin hacer ni un sonido. La situación se tornó incomoda hasta que Zuckzu ahogo su grito en un suspiro que dejo salir de su cuerpo y Yolse pudo hablar.
-Está... bien, muy bien, no te queremos hacer daño, cálmate ¿sí? - Zuckzu solo se le quedo viendo sin parpadear un instante - ¿Si te quitamos la daga del cuello... Backhu de donde sacaste una daga? - susurro asombrada.
-Él la traía
- ¿Tú?
-Concéntrate.
-Sí, lo siento, ¿si te quitamos la daga del cuello prometes no gritar? - El joven dudó un poco y luego asintió - a lo que Backhu lentamente dejo de intimidarlo.
- ¿Que hacen en mi barco?
-Buscamos un lugar - susurró Yolse.
- ¿Hace cuanto... están de polizonas aquí, sobándose nuestra comida? Backhu y Yolse se observaron.
- Un par de días
- ¿días? llevamos un mes desde que empezamos a navegar y solo hemos parado en zonas muertas ¿cómo no las noté?
-Nos subimos en el último lugar que anclaron
- ....¿El bosque maldito?
-Maldito
- Solo los piratas como nosotros sabemos cómo entrar y salir de allí ¿son delincuentes y las desterraron ahí?
-Noo, vivíamos allí
-Pff, no te creo.
-Pues...
-¿Ah donde se dirije esta envarcacion? Corto la charla Backu y la piel de Zuckzu se erizo al centir una voz mas tenebrosa que la de su amo; lentamente volteo para encontrarse con la alta mujer.
- Nuestra proxima parada es en "Valle del sol plata"
-¿Allí vive el rey?
-¿Cual... cual de todos? - las mujeres se volvieron a mirar con duda y cada una le levantó una ceja - Alli vive el rey del octavo continente, el mas pequeño, el rey Emmi
-Emmi... y los otros 7 reyes...
- Emmi rey de la octava división continental.
Frida Reina de la séptima
Freya reina de la sexta.
Toscá padre de Freya y Frida rey de la quinta división
Suma, cuarta
Paes, tercera
Oliver rey de la segunda y líder guerrero a nivel mundial
y el gran señor Jhosemael El rey de la gran corona - contó con los dedos - eso lo sabe todo el mundo ¿no?
-Sí, claro que si - se susurró Backhu pensando en lo acabado de decir - Y cuanta falta para que lleguen a ... La gran corona.
- Allí no vamos, tenemos prohibido el ingreso a ese lugar... somos traficantes - susurró avergonzado.
- ¿Es decir que roban?- se inclino Yolse.
-Traficamos... bueno, ellos trafican, yo solo trabajo para ellos - susurró inclinando la cabeza nuevamente y se encogía todo el cuerpo.
-Eres noble, le susurró Backhu ¿ sabes como podríamos llegar a la gran corona - pero el pequeño negó.
-Muy bien, lo averiguaremos después - suspiró y volvió hacia Zuckzu - ¿ Como puedo compensar tu silencio? - a lo que el joven negó.
-Suficiente es, i se quedan aquí en silencio, el capitán está buscando motivos, y si las ve serán suficiente para matarme.
Ambas aceptaron el trato, se ocultarían en lo que llegaban a su destino, Zuckzu a cambio les ofrecía alimento en silencio y todo resulto tortuosamente bien; aunque la dicha solo les duró hasta cuando un pirata gritó:
-Tenemos tierra ala vista - mientras se carcajeaba.
Derechos la imagen: ...
ESTÁS LEYENDO
UNIÓN
Fantasy¿Quién te crees tú Santana para decir quién soy yo? Ni tú ni tu Dios decidirán por mi. En un mundo sin salida, cuando los lideres son los que desangran el pueblo, la oscuridad no te deja ver salvación y el último acto de fe se extingue... de las ent...