Polizones

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Les tomo tomó 3 días cruzar el bosque hasta la frontera entre el frio bosque y el mar de niebla; ambas estaban sudadas llenas de tierra y hojas.

Después de un rato observando a lo lejos el oleaje confundirse entre la gruma de nubes grises comenzaron a desplazarse entrar la orilla del bosque hasta que a lo lejos encontraron una embarcación anclada; ambas se observaron sin expresión alguna, y después de ver que no había movimiento alguno decidieron dar unos pasos hasta la nave de madera; nunca antes se habían subido a un barco, solo se dedicaban a observarlos a lo lejos imaginando a que otros mundos viajaría ese montón de tablas con cera.

Después de llevar un rato caminando escucharon entre el poblado bosque los sonidos secos de un par de disparos. No hubo tiempo que perder, solo cruzaron sus miradas nuevamente y echaron a correr para llegar con suerte antes que los tripulantes del barco; con un par de saltos hábiles invadieron la proa del barco y cuan gatas fueran se desplazaron por la estancia hasta encontrar unas escaleras hacia el interior de la embarcación.

Allí se encontraron un montón de barriles, harapos y botellas regadas a dicha del va y ven del mar - ¿Qué se supone que haremos? - Susurró  Yolse con cuidado de no rosar nada de lo que allí había.

-Tenemos que ocultarnos hasta que vuelvan a zarpar.

- ¿Por qué no nos adueñamos de la embarcación?

- ¿Tú sabes guiar esta cosa? - Yolse se le quedó viendo - ¿tienes un mapa con instrucciones de cómo salir de aquí?... Eso pensé, bien vamos a...

- ¡ZUCKZUUUUU! - Gruño una garganta cual fuese un trombón - ¡Ven aquí! - Unos pequeños pasos pero rápidos pasos cruzaron el barco y una pequeña voz juvenil respondió a los gritos con un "Ya estoy aquí"

Yolse y Backhu se vieron hablando con sus ojos sobre la posibilidad que las hayan descubierto al subir, pero después de un rato y ver que nada se salía de control se calmaron, hasta escuchar que los pasos se acercaban a la escalera por donde antes habían bajado; con prisa, se escondieron tras una de las grandes pilas de barriles con un olor peculiar pero apetecible y vieron como barios pies masculinos enfundados en pantalones anchos y mugrientos se desplazaban por la sala, charlaban a toda resonancia, burlándose victoriosos de una caza.

- Con esta caza tendremos un buen aperitivo hasta llegar a "Valle del sol plata"

-Y podremos vender sus pieles y huesos a un buen precio.

- La sangre guárdasela a las brujas.

-Encárguense de eso - mando la vos de trombón - Zuckzu, ¿no pasó nada en nuestra ausencia?

-No señor- susurró un chico cabizbajo a lo que todos soltaron aire con fuerza en seña de desaprobación y comenzaron a salir de la estancia.

Backhu y Yolse que observaban todo a través de las rendijas de los barriles contenían la respiración hasta que todos salieron de la habitación y solo quedo Zuckzu, jovencito alargado, pero era casi que solo hueso y piel, su piel tiene un tono apenas de un celeste casi notable con pequeñas manchas azules y un cabello oscuro como la noche, desordenado en todas las direcciones.

Este se quedó un momento solo, en silencio y jorobado volvió al trabajo con los demás.

-Bien... creo que estamos bien, susurró Yolse Alo que Backhu asintió despacio.



derechos de autor de imagen: The Art of Martin Deschambault

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