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Cuando de repente Edith al ver que el hombre se disponía a quitarle la ropa interior a la mujer, el muro de cristal se rompe ante el gran impacto que realiza Edith llena de ira y rabia ante tal escena

- ¡Quita tus sucias y asquerosa manos de ella!

Grita la mujer mientras corre hacia la cama sorprendiendo al hombre. Edith al llegar hasta la cama, le proporciona unos cuantos puñetazos en el rostro al hombre, provocando que caiga al suelo y sin dejarle tiempo a que se incorpore

- Sucio, cerdo, asqueroso y maldito demonio

Dice la mujer dándole puñetazos y patadas con cada palabra que pronunciaba provocando que quede inconsciente en el suelo semi desnudo.

Después de que el hombre quede inconsciente en el suelo, Edith va rápidamente a liberar a Defne de los grilletes

- ¿Estás bien?

Pregunta preocupada Edith después de quitarle los grilletes a la mujer, quién sin pensárselo dos veces se lanza a abrazar a Edith

- te quiero...

Edith al escuchar a la mujer se queda paralizada por unos segundos, no se podía creer lo que acababa de escuchar y es entonces que le susurra

- Yo también...

Las dos se funden en un tierno y cálido abrazo. Al separarse de tan emotivo abrazo, las dos se quedan a escasos centímetros, rostro con rostro, mirándose a los ojos, obligadas a permanecer así por su condición y sin quitar la mirada de los ojos de la mujer, Defne besa dos de sus dedos y los posa en los labios de Edith que también los besa.

Luz contra OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora