𝐉𝐚𝐛𝐛𝐞𝐫𝐰𝐨𝐤𝐲 || ꜱᴀᴛᴏʀᴜ ꜱᴀᴅᴀᴏ

_Ken Ryuguji_

#1: Satoru Sadao x Ken Ryuguji.

Título: Gatitos.

Advertencia: ninguna.

Ua: ninguno.

🐕🐕🐕

        Era una agradable noche de verano cuando todos se juntaron en una reunión con la Toman. La idea era hablar sobre las pandillas que amenazaban constantemente sus territorios. Satoru, estando de pie junto a Draken, bostezó de forma ruidosa, llamando la atención del medio pelado que lo miró curioso.

— ¿Acaso el anciano se quiere ir a dormir temprano? — se burla de él.

—Cállate, resbalín de piojos. — insulta mientras lo empuja, ganándose una mala mirada del más alto. — ¡Di eso cuando tienes 3 exámenes en el mismo día y el idiota de Mikey te arrastre obligatoriamente a su reunión a altas horas de la noche!

—Uy, lo siento señor aplicado por querer que el segundo sub comandante esté atento a la seguridad de su territorio.

—Tch, al menos si tengo futuro laboral. — provoca con una mirada desinteresada.

— ¡¿Ha?! ¡¿Quieres pelear, piojoso?!

— ¡Éntrale, cabeza de rodilla!

Esa era la actitud de ambos, no eran ellos si nunca estaban provocando al otro, eso toda la Toman lo supo entender. Mikey aún no iniciaba la reunión, le parecía divertido ver a los dos mayores pelear por estupideces solo porque ambos son unos mecha corta aunque lo nieguen rotundamente.

Una exclamación de uno de los miembros hizo detener a ambos para ir corriendo a ver qué ocurría. El que chilló fue Pachin, alguien alérgico a los gatos ¿Y quién traía 5 gatos? Exacto, Baji y Chifuyu. Primero Satoru alejó a su gordito de ahí para evitar que le agarrase una reacción alérgica a los mininos, mientras que Draken solamente esperó una explicación de brazos cruzados. Baji lo miraba con ojitos de gato con botas en Shrek 2, esperando que le perdone esa y le deje tener a los gatitos un rato más.

—No. — niega el rubio. Solo es capaz de doblegarse por otros ojitos y no son los de Baji.

— ¡Oh, vamos viejo! ¡Estaban perdidos en la calle!

—Baji, los 5 tienen collares. — recalca molesto el rubio al notar ese pequeño detalle, el de herbas largas se tensó en su lugar por haberse olvidado de quitárselos. — Devuélvelos a sus dueños

—Pero-

—Ahora. — ordena muy serio.

—Mierda ¿Sabes lo que nos costó sacarlos de ahí? — murmura molesto por ser regañado. Chifuyu se subió detrás de él con todos los gatitos en brazos. — ¡De seguro Tochan me deja tenerlos!

—No. — niega nuevamente Draken. — Para tu desgracia, está ocupado con-

— ¡Owh! ¡Mira a estos chiquitos! — una voz aguda interrumpió al rubio que vio espefacto como el pelinegro de trenza se acercaba a Chifuyu para tomar uno de los gatitos y abrazarlo. — ¿Nos lo podemos quedar?

—Pero- ¡¡Tienen dueño!! — repite.

—El que se fue a la villa, perdió su silla. Gato que veo, gato que me llevo. Los dueños durmieron. — le resta importancia el mayor, Draken se tuvo que aguantar la sonrisa de victoria de Baji. — A demás ¿Sabes lo difícil que va a ser devolverlos?

—No, porque no lo haré. Lo harán ellos. — aclara molesto. — Satoru, no puedo creer que estés de su lado. No- ¡Oye, no hagas ojitos!

—Pero, Ken... Míralo nomás ¡Le gusto! ¡Está ronroneando! — le avisa con muchos brillitos a su alrededor.

Minutos después todos veían al sub comandante con uno de los gatos en su hombro, al segundo sub comandante con uno durmiendo en su cabeza y al capitán de la primera división con dos en los bolsillos de su camisa. La reunión transcurrió normal hasta el final, dónde Draken vio que era suficiente tiempo de tener a los gatos y ya era momento de devolverlos.

Satoru, Baji y Chifuyu lloraron falsamente, Draken sintió pena ajena, pero admite que valió la pena ver a Satoru con un gato en la cabeza. Los capitanes de la primera división se fueron para devolver a los 5 gatitos y Satoru dejó de chillar para ponerse serio de golpe y girar su rostro al rubio.

—Tengamos un gato. — propone demasiado serio.

—No.

— ¿Un perro?

—No.

—... ¿Un pajarito?

—Definitivamente no.

— ¿Hámster?

—Te dura 5 minutos, bruto.

—Tú duras 5 minutos.

Gracias a eso olvidó el tema de mascotas, pero se estaba jaloneando de los cabellos y dándose patadas con su amante que de verdad se había enojado, no por el comentario, sino por haberlo dicho frente a todos y que estos se burlaran de él.

Mikey solo veía divertido a sus amigos pelearse y Mitsuya se cubría el rostro por la vergüenza.

—Taka-chan ¿Podemos tener un gatito?

—Hakkai, no-

🐕🐕🐕

[N/A] Algo cortito, espero hayan disfrutado 💜