𝐉𝐚𝐛𝐛𝐞𝐫𝐰𝐨𝐤𝐲 || ꜱᴀᴛᴏʀᴜ ꜱᴀᴅᴀᴏ

_Tu_

#7: Satoru Sadao x tu (fem)

Título: Otro universo

Advertencia: no.

Ua: no

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      Respiré hondo para contener las lágrimas que querían salir de mis ojos al acabar de leer Reyes. Me parecía injusto aquel final, Izana y Satoru pasaron mucho más que Satoru con Draken, merecían también su final feliz, pero por otro lado... El final también estuvo bueno, nunca esperé que Naoto llegase para ser el verdugo.

El sabor amargo me persiguió por todo el día hasta que viendo Tiktoks me llegó una notificación del autor que sacó un nuevo libro dedicado a Satoru y la emoción llegó a mí. Al abrir el libro solo había una foto de Satoru durmiendo, era extraño, normalmente Virus escribe alguna nota, es la primera vez que solo veo una imágen. Decidí tocarla para apreciar mejor los detalles del dibujo, pero al hacerlo un repentino mareo llegó a mí y pronto vi en negro.

No recuerdo que pasó, solamente que al abrir los ojos esa imagen estaba frente a mí y yo estaba acostada frente a él. Cuando estiré mí mano me asusté demasiado al verla digitalizada, rápidamente salté de la cama y noté un espejo de cuerpo completo al cual me acerqué para verme y grité del susto. Era yo, pero versión digital. Traía un pijama enterizo de dinosaurio celeste, bastante bonito a decir verdad. No tuve tiempo de apreciar todo a mí alrededor cuando una voz grave me hizo erizar hasta los pelos del culo.

—Nena ¿Qué pasa? — lentamente me giré para verlo y sentí que el alma se me iba del cuerpo al verlo con el mismo pijama de dinosaurio rosa, pero sin la parte superior. Podía ver claramente aquel cuerpo de Adonis bien marcado y ese bello rostro con cicatriz en el lado izquierdo de él. — ¿Nena?

Me desmayé. Al despertar creí que todo había sido un sueño, pero no. Ver todo a mí alrededor me hizo darme cuenta que era real y que no estaba en mí casa, tampoco en mí mundo, sino que estaba atrapada en un puto libro. Respiré hondo, por las dudas me pellizqué el brazo para despertarme, pero seguía ahí digitalizada y con un nuevo ataque de pánico por la puerta siendo abierta. Verlo en persona es muy diferente a verlo desde mí teléfono, es alto, demasiado alto e impone demasiado con su sola presencia.

Sus ojos, oh dios, sus ojos me vieron con sorpresa antes de cambiar a una mirada suave. Se acercó a mí y yo retrocedí en la cama por la sorpresa. Verlo tan de cerca también es aterrador, porque impone demasiado con ese cuerpo musculoso y sexi que me hacía mojar. Algo que noté fueron sus manos, grandes y gruesas, llenas de venas. Y pensar que esas manos hicieron tantas cosas en dos libros.

—Nena ¿Estás bien? — otra vez esa voz gruesa que hizo temblar mis piernas y aceleró mí corazón. — Te desmayaste, el golpe se escuchó feo ¿Quieres que vayamos al hospital?

—E-eh... Y-yo... — ¡¿Qué se dice en una situación así?! — Estoy bien... Creo.

— ¿Segura? Puedo llevarte. — vuelve a proponer preocupado. Verlo así solamente me hizo darme cuenta que estoy actuando como una tonta, así que respiré hondo para verlo con una sonrisa tranquila, o eso intentaba.

—Estoy bien, Satoru. —me pareció tierno ver sus mejillas rojas y que luego escondiera su rostro en tus muslos. Una de mis manos fue inconsciente hacia su cabello el cual al acariciarlo noté lo suave que es.

Decidí detallar su apariencia para entender en qué libro estoy o que historia estoy siguiendo. Puedo sacar teorías hasta ver su interacción con otros personajes, de momento puedo ver que los cabellos inferiores de su peinado están largos, lo que significa que aún se hace esa trenza que simboliza su amor por Draken.

Así que estoy en "Padres"... No, en Reyes también tenía una trenza hasta la pelea de Tenjiku contra Toman. Miré a mí alrededor rápidamente, noté un armario y, si está resulta ser la habitación de Satoru, puede que encuentre su uniforme colgado. Con eso sabré en qué tiempo estoy parada.

Satoru se levantó y me avisó que iría a prepararnos algo de comer. Cuando se fue yo rápidamente me levanté y abrí el armario, notando que no había nada más que sudaderas, buzos y playeras de Satoru. No había uniforme de- ¡Oh! ! aquí está! Lo encontré al fondo, estaba solamente el de la Toman, así que todavía no lo echaron.

Espera, si estoy con Satoru eso quiere decir que... ¡¡Estoy en Tokyo Revengers!! Todos mis husbandos están aquí, ah, ¿Con qué cara los voy a ver? A parte, Satoru me dice "nena" ¿Será algún apodo amistoso o lo volteé cual tazo? ¡¿Se lo quité a Draken y le gané a Izana?! Oh, mierda, mierda y más mierda, se me viene la gorda encima si soy su novia.

— ¡Nena! ¿Te estás cambiando de ropa? — me asusté al escuchar su voz del otro lado de la puerta y rápidamente grité que si. — ... ¿Puedo entrar?

— ¡¡No!!

Corrí a ponerle seguro a la puerta y comencé a vestirme con una ropa que encontré doblada en una silla. Antes de ir con Satoru quería recorrer un poco... Pero tengo hambre y curiosidad sobre a qué sabrá la comida digitalizada.

Al final bajé a comer lo que sea que preparó. Eran unas tostadas con huevo revuelto y un té, algo muy delicioso a decir verdad. Noté que en varias ocasiones él intentó acercarse, pero yo me apartaba no por rechazo sino que por vergüenza, aún me abruma su aura y su cuerpo.

Decidimos ir a pasear juntos. Él me tomaba de la mano para recorrer su territorio y me contaba que esa noche tenía reunión de la Toman, que tal vez aviente esta vez a Pachin y a Peyan al lago congelado esa misma noche fría de otoño.

La verdad... Me estaba divirtiendo, hasta que de un movimiento me tuvo entre sus poderosos brazos con el rostro muy de cerca. Podía sentir su respiración tranquila y eso me alteraba demasiado, la cercanía, sus ojos perforando mí alma, sus carnosos labios muy cerca de los míos.

—Nena ¿A caso me porte mal? — murmura muy ronco, como si le costara contener a la bestia de su interior. — Sabes que no puedo vivir sin tus besos ni tus acaricias, pensé que después de desayunar nosotros... Bueno ...

—U-uh, no es eso. Estoy... ¡Nerviosa! Porque... Bueno...

— ¿Mhm? — fue cómico verlo ladear su cabeza a un lado como un perrito curioso.

El rugido de una moto nos puso alerta a ambos, a unas calles se venía acercando Ken Ryuguji, conocido como Draken, sobre su motocicleta. Estacionó esta y pude ver aquella mirada de enamorado que le dedicó a Satoru.

—Oh, es bueno verte por aquí ¿Ibas a algún lado?

—Ken. No, solamente estoy paseando con mí novia. — señala con un todo divertido.

Se me bajó la presión cuando Draken me miró como si fuera basura.

—Ah, la enana... No la había visto. — su tono de voz... No me gustó nada.

— ¿A quién le dices enana? Poste de luz.

Hubo un largo silencio entre los tres que me hizo darme cuenta de mí error, pronto Satoru se comenzó a carcajear del apodo que usé para referirme a Draken, mientras que este me miró peor de enojado que antes.

— ¡Tu deja de reírte! — exclama el rubio molesto.

—Lo siento, es que jamás esperé que ella- ¡Hahahaha!

Tal vez... Sería divertido estar aquí...

🐕🐕🐕

Podría hacer varias partes de esto, ah.