_Tokyo Manji_

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Parte 2.


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          Todos estaban reunidos en la casa del rapado. Había que planear la forma en la cual todos podrían traer de vuelta a Satoru con ellos y la clave maestra fue volver a formar una pandilla la cual rete a la de Satoru en una pelea, como en los viejos tiempos, arreglando todo con una pelea para traer de vuelta a su amigo. Obviamente por todo el ruido que hacían Emma terminó enterándose muy tarde de todo y la bofetada que le dio a Draken y a su hermano Mikey resonó por toda la casa.

— ¡¡Déjenlo en paz par de egoístas!! — exclama demasiado molesta. — No les estoy dando con la sartén porque está caliente y la estoy usando aún, pero apenas la tenga les voy a dar una que no vean.

— ¡¿Por qué la agresión?! — chilla Mikey.

— ¡Tú eres el principal responsable de que Sato-chan haya terminado de esa forma! — acusa molesta. — Él no merece haber pasado lo que pasó ¡Me salvó la vida, salvó a la Ken, la de todos y ustedes aun así le dieron la espalda! ¡Estoy muy molesta! No merecen buscarlo, si fuera él no querría verlos ni en pintura.

—Emma, ve a descansar, estás muy alterada. — intenta calmar su novio en vano porque la chica le dio otra cachetada para irse indignada a la cocina. —... Auch.

—Emma-chan tiene mano dura... — murmura con algo de miedo Takemichi, recordando también a su casi esposa. — Hina también tiene mano dura.

—...Hina.... — murmura Mikey antes de girarse con una gran sonrisa. — ¡Eso es! ¡Invítalo a tu boda!

—A mi boda- ¡Es imposible! ¡Naoto es policía y apenas vea a Satoru no dudará en meterlo preso! — exclama asustado. 

De todos, Takemichi es quien duda por completo de esa decisión, mejor dicho, quien está en contra de todo. Quiere a Satoru, siente que todo fue su culpa por haberlo metido en eso con él y no haber hecho nada para salvarlo, pero luego de leer y re leer esa carta teme enojar al otro. Sabe de lo que es capaz un Satoru enojado, es por eso que en vez de arriesgar quiere dejar todo como está, confiando ciegamente que el pelinegro pronto encontrará la felicidad que siempre quiso con el tiempo, en aquella mierda en la cual está metida.

— ¡Dile que por ese día perdone sus pecados y luego podrán seguir jugando al gato y al ratón! — le resta importancia.

También notó que Mikey le quita la gravedad a las cosas, es decir, que siempre le busca el lado positivo a todo aún cuando no lo tiene. Ya no se le ve apagado, es como si siempre estuviera animado y lleno de energía, demasiado hiperactivo para el Mikey que conoció durante su adolescencia.

—Mikey... — regaña Mitsuya. — ¿Sabes? Desde que abrimos la capsula me lo estuve preguntando ¿Tú quieres recuperar a Satoru para expirar el sentimiento de culpa que aun te persigue?

Esa pregunta dejó congelado al pelinegro de cabellos cortos, que al verse tan atacado por sus amigos abandonó la sala y el resto suspiró con cansancio. Mientras más alargaban la charla con recuperar a Satoru más de uno admitía querer expirar ese sentimiento de culpa por haber abandonado de adolescente al otro, pero otros quieren recuperar algo hermoso que perdieron; Draken a su alma gemela, Baji a su mejor amigo, los Kawata solo seguían por Touya y Pachin y Peyan querían recuperar a su hermano mayor, aquel que siempre les daba consejos. 

Al final la reunión acabó en nada. Decidieron descansar cada uno en sus casas, más que nada porque se acercaba la boda de Takemichi y Hina, un momento inolvidable para la pareja y para todos que esperaban ansiosos tal evento. El pelinegro se encontraba cenando alegremente junto a su chica cuando de pronto la puerta fue tocada y una carta se deslizó por debajo de esta. Una invitación.

𝐉𝐚𝐛𝐛𝐞𝐫𝐰𝐨𝐤𝐲 || ꜱᴀᴛᴏʀᴜ ꜱᴀᴅᴀᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora