𝐉𝐚𝐛𝐛𝐞𝐫𝐰𝐨𝐤𝐲 || ꜱᴀᴛᴏʀᴜ ꜱᴀᴅᴀᴏ

_Touya Kawata_

#10: Touya Kawata x Sadao Satoru. Ken Ryuguji x Sadao Satoru.

Título: Detrás de la función principal.

Advertencia: cómo que llueve mucho ¿No?

Línea de tiempo: Padres.

🐕🐕🐕

           Junto a mis hermanos observábamos con mucha molestia a aquella pandilla con bates, fierros y manoplas. Los tipos simplemente los emboscaron, ser un trío solitario sin ningún tipo de vínculo con alguien fuerte nos ponía al final de esta cadena trágica. Nunca fui fuerte, solamente me destaqué por ser inteligente, por eso siento frustración de este resultado.

Quisiera poder ayudar más a Naoya... Ser fuerte como Souya y valiente como él.

— ¡¿Qué miras bastardo?! 

Miré algo confundido a un muchacho, parpadeé perplejo por la forma tan descuidada en la cual se acercaba hasta nuestra posición y solamente pude detallar aquella ancha espalda. Parecía tener... un par de alas angelicales a mis ojos, su aura de verdad era poderosa y lo que más me llamó la atención fue el hermoso dragón en su cuello.

—Ustedes están en mi territorio... — murmura con voz grave. — Largo.

—Vamos, princesa. Estamos ocupados con-

Abrí ampliamente mis ojos cuando de un solo golpe le rompió la mandíbula a un sujeto mucho más alto que él. Abrí mi boca de la impresión por ver como masacraba a golpes a aquella pandilla solamente con sus puños, su fuerza bruta era majestuosa y cuando pisó la espalda del líder un pensamiento atravesó con fuerza por mi mente hasta intoxicarla.

"Quiero seguirlo hasta el final..."

—Bien, ahora... ¿Qué hago con ustedes? — pregunta ahora dirigiéndose a nosotros, con aquellos ojos grises que no parecían nada amenazantes. No nos considera una molestia, puedo notarlo.

—Lo sentimos, no sabíamos que era su territorio... — murmura Naoya con la cabeza baja, tal vez le tenía un poco de miedo.

—Lo sentimos... — murmura Souya.

Sentí su vista fija en mí, pero yo no me disculpaba, yo no podía apartar mi mirada de su figura tan poderosa. Lo sentía tan inalcanzable, tan distante y... tan lastimado.

—Quiero ser tu perra... — murmuré embelesado.

— ¡¿Touya?! — exclaman mis hermanos.

El pelinegro en dos pasos ya estaba frente a mí, se agachó para que quedemos cara a cara y su mano tomó firmemente los cabellos de mi nuca. Yo solamente podía verlo a los ojos con pequeñas lágrimas, pero de verdad quería seguir a este tipo tan sorprendente.

—Te llamas Touya... ¿No? — pregunta suave, sentí algo áspero en mi cuello cuando él me soltó y se enderezó, cuando lo rocé con las yemas de mis dedos pude notar que me colocó un collar de cuero. — Me cayeron bien, ahora son mis perras.

Ese fue el principio de nuestra relación. Desde ese día te seguí ciegamente, lugar a dónde ibas yo estaba ahí, desarrollé un instinto "Satoru" que me avisa el momento justo en el cual tú me necesitas. No necesitamos palabras con el tiempo, yo mismo me daba cuenta de lo que querías, cuándo lo necesitabas y cómo te lo daba, una mirada era suficiente para entenderte, un sonido para llamarme y unas simples palabras para cumplir con tus órdenes.