[EN PAUSA]
- Estás demente Ran - Espetó enojada.
- Tal vez... tal vez tú lo estés ¿No te has puesto a pensar en por qué estás aquí? - remarcó las palabras con voz profunda - Piensas que soy un monstruo y aun así estas aquí conmigo Nishimura ¿Dónde t...
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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟐
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Ahí estaba él, con esa maldita sonrisa que dejaba ver su blanca y perfecta dentadura.
Sus ojos lo recorrieron de arriba abajo. Miro su cabello morado con mechones negros, sus ojos color amatista con su mirada intensa, sus brazos musculosos y firmes. Vestido formal con un traje que combinaba con el color de sus facciones.
Se veía diferente a lo que recordaba la última vez que lo vio.
Ran igualmente recorrió su cuerpo con la mirada y trago saliva al sentir como un escalofrió recorría su espalda, mientras él iba curvando sus labios dejando ver una sonrisa junto unos hoyuelos.
Aparte de ver un tatuaje recalcante en la parte delantera de su cuello.
Se fijó al lado de él y vio como su hermano lo acompañaba. Observó a Rindo y notó que compartían junto a él el mismo tatuaje.
Siempre era así, T/n podría alejarse lo necesario de él, pero sea como sea cuando estaba en aprietos él llegaba como si fuera un héroe.
Ocho años, solo ocho malditos años han pasado desde aquel día que él decidió alejarse y ella se creía morir.
Pensó que esta vez habían logrado librarse de él, pero ahí estaba, siempre volviendo a ella como si se tratase de un metal atraído por un imán.
— Tiempo sin verte T/n — Rindo saludo mientras se notaba en la oscuridad como sonreía al ver a su vieja amiga.
— Rindo, que buen corte — T/n halago al hermano mejor al verlo detenidamente y como había cambiado.
— ¿Qué hace una damisela como tú por estas calles? — Ran Interrogó.
— Lo mismo les pregunto a ustedes. — T/n respondió.
— Pasábamos por el lugar y escucharnos un alboroto ¿Estas bien? — Volvió a interrogar de un tono preocupado.
