Una profecía muy peligrosa.

Heridas aún abiertas e incertidumbres

Este cachito lo tenía pegado al capítulo que publique temprano.

Pero decidí mejor cortarlo y hacerlo otro mini capitulo.
No quería arruinar el enfoque de la escena de la fam principal de esta historia.

Es solo algo de información de lo que pasa lejos del nidito de amor.

Mientras tanto en la residencia Madrigal

La mañana que se levantaron después del escándalo, el ambiente depresivo reinaba por toda Casita.

Atonio lloraba abrazando su nuevo peluche, porque a pesar de lo que las ratas de su tío le dijeron, nada evitariá que extrañara  a Mirabel cada día. Fue él quien les hizo a todos saber que ambos se habían marchado al contarles lo que sus amigas le habían  dicho esa mañana que despertó.

Solo Alma mantenía una cara tranquila e impasible como era costumbre, pero más porque era la única que sabía sobre la carta y que posiblemente esa no sería la última vez que los verían.

Aun así con todo su pesar, se vio forzada a volver a prohibir al pueblo que se hablara de su hijo.
En cuanto a Mirabel, su desaparición se vio justificada diciendo que la chica se había ido en un viaje pues estaba hambrienta de conocer el mundo. Con su usual energía a nadie le pareció descabellado que la chica hubiera tomado esa decisión. Dejando la clara idea de que ella algún día regresaría. 

El corazón de Julieta había muerto un poco ese día… su hija más pequeña había cometido una locura y había arruinado su vida desde su punto de vista. Y aun no cabía en ella que su hermano, la hubiera traicionado de esa manera y todavía hubiera vuelto a desaparecer llevándose a su bebé.
Agustin le había propuesto ir a buscar a su hija, no queriendo aceptar que ella siguiera envolviendose más en el pecado bajo algo tan vergonzoso como el incesto.

Pero la verdad nadie tenía idea de a donde podrían haber huido, y nadie había salido realmente muy lejos de Encanto como para atreverse a aventurarse.

Unos cuatro meses después de que los dos marginados de la familia hubieran partido, Dolores anunció su primer embarazo. Resultó ser una niña a la cual llamaron Helena, siendo la primera en hacer crecer el árbol bajo una nueva línea de generación. Llenando con un poco de alegría el hogar Madrigal que desde ese evento duró toda una temporada donde todo avanzaba como una horrible y monótona rutina llena de oscuridad y desánimo. 

Con el tiempo, las cosas fueron tomando algo de color poco a poco, con la llegada de la pequeña Helena, y la formalizacion de la relacion de Luisa que termino en matrimonio eventualmente. Trayendo consigo a otro pequeño que al ir creciendo y conviviendo con su prima mayor iban devolviendo las risas y vida a la casa Madrigal.

Camilo e Isabela parecían no estar listos para sentar cabeza aun, pero ambos disfrutaban convivir con sus respectivos sobrinos.

El joven cambiaformas se vio más de una vez transformándose en Mirabel frente un espejo en la intimidad de su habitación, pidiendo disculpas al reflejo de su prima. No podía evitar extrañarla, habían crecido juntos después de todo.

Aunque su madre e incluso tia le aseguraban que, si no hubiera sido él, algo o alguien habría terminado descubriendo al par de amantes y la situación no se habría podido evitar de alguna manera u otra. Y que al final de cuentas los únicos responsables eran justamente ellos. O él a los ojos de Julieta.

El cuarto de Mirabel, eventualmente volvió a convertirse en la guardería de la nueva línea de descendientes. Siendo Luisa e Isabela quienes removieron y guardaron todas las cosas de su hermana puesto que era demasiado doloroso para su madre ver todo lo que le pertenecía a la niña que se le había ido de las manos sin decir siquiera un adiós.

Ese hecho molestaba bastante a sus hermanas, quienes no pensaron que Mirabel pudiera llegar a ser tan obstinada, irresponsable y cruel. Solo por seguir a un capricho e idea tan equivoca con alguien que para ellas siempre sería imposible llegar siquiera a imaginar de manera romántica, su propio tío.
Pero aun así, les era imposible no extrañarla, dentro de ellas cabía la esperanza de que algún día volviera, dándose cuenta del gran error que había sido esa decisión o liberándose de la manipulación que también llegaron a suponer que el hombre ejercía en su sobrina.

Luisa era una de las que más había insistido y apoyado la vaga idea de Agustin de ir a por ellos, o por su pequeña hermana para rescatarla de que terminara arruinando su vida por completo. Tentada con la intención de deshacerse de su tío si era necesario. Pero la abuela le había prohibido hacer dicha locura. Más de una vez les recordó que aunque no estaba de acuerdo para nada en dicha relación y cómo la habían ido creando a espaldas de todo, Mirabel ya no era una niña como ella misma había mencionado aquella tarde, había hecho todo a conciencia y estaba en ella recapacitar o no…

Eso hacía enojar a Julieta puesto que se sentía traicionada, de hasta dónde podía llegar el nivel de culpa de su madre hacia el trato que dio a su hermano toda su vida como para justificarlo y decir lo que decía de Mirabel. Para la cocinera Bruno era el mayor culpable de que todo hubiera acabado tan mal, su hija aún era una niña inocente cuando él la tomó, y encaminó por ese vergonzoso camino.

Alma le recordó, que no olvidará que fue exactamente a la edad de Mirabel cuando ella y Pepa habían contraído matrimonio y que aunque la relación de su nieta e hijo no era para nada correcta no podía poner a Mirabel en tal papel de completa inocencia. Pero Julieta jamás lo vería de ninguna otra manera, no podría comparar su relación y su vida con la torcida situación que era todo esto.

Ella se había enamorado, y casado con un hombre libre, honrado y con él quien podía compartir su vida con la frente en alto.
Era la vida que deseaba para sus hijas, no el camino al que Bruno había condenado a su hija, siempre en las sombras y tan lejos de todos los que la querían.

Las palabra de Mirabel en la carta retumbaban en su mente, Confiamos en que tu sabras cuando sera el momento. Más de una vez, en una de las muchas discusiones que había tenido con su hija respecto a la situación, se vio tentada o pensó dentro de si debía enseñarle las cartas y las profecías. Se preguntaba si eso realmente daría paz al corazón ahora envenenado y dolido de su hija. Pero se absentia por que aun veía mucho enojo en su mirar, ella sabría el momento se repetía preguntandose si realmente asi seria o si alguna vez llegaría dicho momento.

La tensión entre ellas solo disminuyó con la llegada del nieto de Julieta por parte de Luisa. Eso fue lo único que poco a poco fue rompiendo el cascarón de amargura que consumía a Julieta quien hasta su comida carecía de su gran sazón gracias a cómo se sentía.
Todos notaron la mejoría, con el creciente apego a Esteban, el primogénito de su línea de nietos, bueno hasta donde ellos estaban enterados…  Solo con ese creciente cariño ablandando el corazón de Julieta los años se hicieron más pasaderos.

Y aquí estamos en el presente, donde Helena estaba a un par de meses de llegar a su cumpleaños número cinco. Pero por ese mismo hecho de que aún faltaban unos meses para que eso pasara, era lo que tenía a la familia algo sorprendida.
Puesto que una puerta había aparecido, donde todos suponían iba a empezar la nueva línea de puertas… curiosamente en el pasillo que daba a la torre de Bruno.

Pero esa parte no era la extraña, lo extraño es que las puertas jamás habían aparecido hasta que los niños de la familia cumplían exactamente los cinco y hasta un poco después.

Sin embargo ahí estaba, y nadie tuvo motivos para dudar que fuera la puerta designada para Helena por que la perilla que estaba en esta tenía grabada la letra “H” en ella.

Casita solo debía estarse adelantando, probablemente sería un don importante y especial que era urgente entregarlo… y técnicamente así era, solo que el dueño de dicho don apenas iba a emprender su camino para poder abrir dicha puerta.

Ahora sí necesito organizar las lluvia de ideas que tengo para lo siguiente que pasará.

Es que escribir sobre Julieta si que dueleeeee!
Pero se tiene que jajaja.

A ver qué depara este encuentro que se viene.