Los meses transcurrían, él finalmente se había logrado abrir con sus hermanas, de una manera limpia que no recordaba haber tenido desde que eran niños, antes de que lo marcaran como la oveja negra de esta familia.
Les había contado a todos dónde estuvo realmente todos estos años, vio a sus hermanas llorar al imaginar cómo había sido todo ese tiempo tan solo y tan alejado cuando en realidad todos estaban a tan solo unos pasos.Julieta no podía estar más agradecida de que él hubiera tomado esa decisión, ese sacrificio para evitarle a Mirabel más malos tragos de los que de por si la abuela ya le había hecho pasar.
Su madre le había pedido infinitamente perdón por haberlo hecho sentir tan mal y orillarlo a tomar ese tipo de medidas tan drásticas y dolorosas. Y luego de más de 3 décadas por fin podía abrazarla y ser el realmente sin miedo a ser duramente juzgado. Y en el fondo sabía muy bien a quien se lo debía agradecer.
Sin embargo aclaro a todos que fue su decisión y no debian sentirse culpables, aunque dentro de él era un gran peso liberado el haber recibido todas esas disculpas.
Les contó sobre sus pasiones y todas las actividades que hacía con sus únicos amigos, las ratas, ganándose las risas de todos más cuando las ratitas empezaron a aparecer en masa trayendo las escenografías que tan dedicadamente había creado Bruno.
Pepa le pidió perdón por vetar su nombre de la faz de esa casa, pero le pidió que comprendiera que su supuesta traición lastimaba a su madre.
Bruno solo asentía, no podía evitar tener sentimientos encontrados, agradecia las disculpas pero también sentía que muchos de sus tratos nunca tuvieron justificación, hasta sus sobrinos lo veían todo ese tiempo como un monstruo o villano. Lo había escuchado muy bien aquella tarde cuando Mirabel indagaba sobre él. La relación con el lado de la familia de Pepa siempre había sido más complicada que con sus sobrinas y hermana Julieta. Isabella al ser la primera descendiente era la que más lo recordaba y como sus visiones siempre fueron de buen augurio, igual para Luisa.Al final de la habitación se podía ver a Mirabel, molesta al escuchar tantas excusas de parte de la familia para lo que se vio obligado a hacer. Nadie más que ella valoraba tanto su sacrificio… al haberse marchado le salvó de todo lo que él había padecido desde que su don se fortificaba y ganaba mala fama con sus profecías, pero no es como que él las forjara o decidiera sobre ellas carajo! El solo las leia.
Gracias al haberse condenado a él mismo a la soledad, su familia nunca la culpo ni la hizo sentir mal por ser la bicho raro de la familia que nunca consiguió su don, o como un ave de mal agüero que habria pasado a ser si todos hubieran visto esa profecía desde que era una niña, más allá de su abuela ella siempre tubo una infancia y momentos felices al lado de sus padres y primos.
Ah cómo podría alguna vez terminar de agradecerle.Conforme todos estos pensamientos inundaban la mente de Mirabel, inconscientemente fijaba una mirada soñadora hacia el que podía considerar su héroe.
Bruno trataba de ignorar dicha acción, sin embargo era tan penetrante, y presente ahí, en el rabillo del ojo, cuanta fuerza de voluntad le costaba no voltear para evitar el contacto visual.
Esperaba que ninguna de sus hermanas notaran esas miradas que Mirabel no controlaba.
Este tipo de situaciones le tentaba marcharse, sin embargo las locuras de sus sobrinos y los abrazos tan constantes de su madre lo hacían retroceder.
Sabía que el día que debería irse probablemente sería en un par de años, así que se dedicaría a hacer justo lo que mirabel le sugirió, disfrutar a todos al máximo.Con el tiempo compartía y enseñaba sus actividades favoritas con las ratas, con sus actuaciones que le parecían tan divertidas y el mismo alumbraba la sala con el que se jactaba era su verdadero don, mostrando las diversas interpretaciones que también lo acompañaron a través de los años.
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Una profecía muy peligrosa.
FanficBruno teme que su destino sea la eterna soledad lejos de todos aquellos a quien ama, justo por uno de ellos. Mirabel no esta dispuesta a dejar que se autocondene de esta manera. Bruno luchará por lo mejor para Mirabel, ambos tendrán que descubrir e...