Amor de padres.

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Pos que me agarró con maratón de capítulo diario por el fin de semana jajaja

Oigan, un detallito muy tierno en las notas al final, lean plis nwn ❤️

Disfruten....




—Que raro se siente despertar aquí… —comento Mirabel antes de estirarse matutinamente observando aquella habitación que había visto nacer la parte pasional del amor que le profesaba a su tío.

El ojiverde apenas despertaba abriendo un ojo mirandola—Ah sí, aquí donde empezó todo... Cama dulce cama.— agregó bostezando  comprendiendo por dónde iba el comentario de Mirabel.

—Nunca se nos hizo despertar aquí juntos a pesar de tanto tiempo que pasamos en ella.— agregó con nostalgia mientras recorría con sus manos las sábanas verdes que recordaba claramente.

Mirabel sonrió entonces pícaramente.

—¿Qué dices? Le mostramos a cama cuánto hemos aprendido y mejorado.—

Bruno rió sonoramente mientras veía como Mirabel se desvestía una vez más ante él.
Luego de perder toda prenda con velocidad gateo sobre la cama, quedando en cuatro dejando ver su muy dispuesta entrada levantada en el aire, lista y deseosa de ser profanada por el miembro del contrario.

Y así fue como el pelinegro mordiéndose el labio inferior en señal de deseo ante la gloriosa vista bastante excitado de estar de nuevo en su cuarto y esta vez tomándola sin ninguna preocupación ya de ser descubiertos.
Claro que lo haría, muy entusiastamente, la tomaría ahí y en ese momento. Así que se desnudo tan rápido como ella y no tardó nada en  posicionarse con su miembro más que despierto y listo para la acción.

Metió sus dedos preparando un poco la gloriosa entrada, que como siempre respondía rápidamente a su tacto quedando húmeda en cuestión de minutos. Mientras se auto atendía aumentando la erección para poder entrar duramente en ella.

Colocando así su miembro en el orificio la tomó firme y posesivamente de las caderas, y la jalo hacia él de una introduciéndose en ella.
El vaivén comenzó lento y tortuoso… puesto que Mirabel con el tiempo se había acostumbrado a tener a Bruno en todo su esplendor deseoso e incluso brusco.

Pero Bruno en este momento quería disfrutarla, lenta y suavemente como habían sido justamente sus primeras experiencias cuando los dos apenas empezaban a conocerse en ese ámbito tan íntimo.

Luego de un rato del delicioso vaivén dónde la cavidad de Mirabel apretaba con calidez el miembro de su esposo, la humedad aumentaba al igual que los gemidos.

Bruno pasó entonces de sujetar la cadera a sujetar el cabello de Mira, soltando un gruñidito mientras que su otro mano dió una nalgada para luego tomar y masajear el trasero de enfrente de él en forma poca delicada.
Comenzando a entrar en el ritmo y actitud que Mirabel gustaba al ser tomada por el hombre que amaba.

Mira gemía dejándose hacer, pidiendo por más...

Las embestidas eran ahora descontroladas, la cama jamás se había mecido de esta manera estaba seguro.
La experiencia de ambos, hacia el sexo más largo y placentero. Los dos se conocían y sabían cómo sacar el mayor placer y sonidos deliciosos al oído de cada uno.

Los pies de Mira se engancharon a las piernas de Bruno mientras el vaivén llegaba a su ritmo máximo, con la explosión de la erección siendo inminente.

Dejando caer la mayor parte de su peso sobre la espalda de Mira, Bruno se corrió dentro de ella. Completamente lleno de sudor, y faltó aire.

Pero claramente satisfecho, salió de ella lentamente dejando un camino de besos desde su cuello que se había perlado ligeramente, hasta la espalda baja que más allá de donde terminaba estaba llena de su semilla.

Una profecía muy peligrosa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora