Lo prometido

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Continuación de Anastacia

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Continuación de Anastacia. Cómo les dije en Luego les cuento.

Reservé estos datos para este capítulo. Y es que, Idann está diferente. Su pelo está más corto, un poco más abajo de los hombros. También tiene un mechón color azul rey. Oh ¡y lo mejor! ¡Tiene flequillo de nuevo! De adolescentes, usaba flequillo y el pelo a esa altura... Sin flequillo es hermosa pero así es bellísima...

Dejando de lado su belleza y aspecto... En ese momento actuó como si no me conociera, como si fuera un estorbo o alguien desubicado.

Lo que he aprendido andando con mujeres, es que se molestan de la nada. A veces tienen buenas razones, otras veces no las entiendo ni aguantando cien cantaletas.
Tengo dos teorías.
O está molesta por alguna cosa que en verdad pasó y obviamente no me va a decir o solo se hace la molesta porque no quiere estar conmigo.
Una de dos y... No les negaré que mi corazoncito se arrugó con decepción al mirarla de ese modo.

- ¿Cómo has estado? Hey, te he extrañado como no tienes idea...

Claro que siento que el estúpido aquí soy yo. Así que bajé un poco la voz disfrutando del momentico triste que sentía.

- Entiendo. Disculpe, es que ya me iba. -lo dijo con tanta ironía demostrando cuanto quería huir de mí como si fuera alguien desagradable y miserable... O capaz y ya estoy exagerando.

- ¿Qué hice? -me rasque un poco el pelo con una mueca de pena y confusión mientras ella me dejó hablando con la puerta- es que no entiendo por cual motivo me olvidó por todo un mes... No sabe la mañana que estoy pasando y es que claro, eso no es su problema y tampoco puedo decir que su culpa... Pero no sabe cuánto se me levantaría el ánimo así con solo un besito chiquito... Chiquitico... Pero de usted, Ida...

Susurré a la puerta abierta por donde salió. Realmente me sentía más miserable, tanto que hasta comencé a reír de lo tonto y cansón que me veía. Tal vez solo debería dejarle todo el espacio que necesita... Aún que anteriormente no había problemas con eso... O tal vez todo sea algo que ocurre en su vida privada y no está tan de buenas.
Tome mi pecho y me senté en el piso. El dolor en él me decía: bro ¿Otra vez te sientes como el patito feo? ¿Otra vez no te alcanza lo atractivo, intelectual y Atlético que eres? Sigue tus propios consejos, simplificate y deja de estar detrás de esa mujer. Mira que lo que pasa allí con el que palpita, afecta a todo el cuerpo.

Escribir esto no es fácil. Principalmente por tener que abrirme tanto como para que puedan entenderme. Aun que como tal, esto es para entenderla a ella.
Como sea, no quería pensar. Ya que estaba en mi momento "sensible". Pensar en el mes pasado me dolía. Pensar en todas las veces que imaginé un mensaje de ella en mi email, en mi WhatsApp, Instagram, Facebook, Tinder, Twitter, Snapchat, lo que fuera... O imaginar en volver a verla.
A veces imaginaba que me haría el molesto con ella solo para que me jalara bolas. Otras imaginé que sería dulce con ella desde el primer momento... Y así tantas idioteces.
Pero ya viví ese tan esperado reencuentro y quería soltar lagrimas masculinas, la verdad. Sobre todo por el día de mierda que tuve.

Mi esposa IdaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora