Rosas para todas menos tú, Parte I

39 7 36
                                    

— ⸙ Mi esposa Ida ⸙ —
Rosas para todas menos tú con salpicaduras de lágrimas para variar
— • —  • ·•· • •·  ·• • ·•· •  — • —

Anteriormente en Mi esposa Ida:

Cierto reencuentro repentino ha dejado a este Sal entristecido. Pero esta bichota se rehúsa a decaer ante la tristeza luego de un reencuentro después de un mes entero de ni el más mínimo respiro. La canción de despecho no faltó ni el soborno, pues, aquella bella mujer transitaba con seguridad por la zona de trabajo de aquel al que le robó el sueño. Y este mismo no es fácil de matar, pues se ha predispuesto a tener una cita más con ella. Teniendo a Manuel Meollo como su cómplice. El primer acto se llevó a cabo en el gimnasio de la escuela y el objeto fue un costal de arena que de una forma u otra atrajo a nuestro objetivo. Lo siguiente en el plan de Sal es un poco más colectivo...

   DÍA DE LAS MADRES      SALA DE PROFESORESEN PLENO EVENTO FESTIVO      2:27 p

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

  
DÍA DE LAS MADRES
      SALA DE PROFESORES
EN PLENO EVENTO FESTIVO
      2:27 p. m.

🇨🇴💼🇨🇴


Manuel entraba a la sala con su traje y las mangas desabrochadas— ¿Todo listo?

Di un suspiro antes de responder y dirigirle la mirada— Sí. Sólo falta iniciar el juego.

— No estarás viéndole cosas que no deberías... —"adivinaba" asomándose un poco.

— Nop, sólo miraba las aplicación que tenía.

— Para ver... —se acercó a ver, a lo que me incomodé un poco encarándolo.

— Usted no es chismoso ¿Oyo?

— No es para ver lo que tiene, es para corroborar que no haces nada malo.

— Ajá, sí.

— ¿De mal humor, Magan? ¿Ya le dio miedo?

— Sabes que si tengo miedo es porque tú me lo pasaste...

🇨🇴💼🇨🇴

UN DÍA ATRÁS
       SALA DE PROFESORES
REUNIÓN DE PROFESORES
      6:32 a. m.

— Pongan sus teléfonos con el volumen alto para que así puedan oír la llamada y estén preparados. 

  — Los niños se quejarán de que nosotros no pusimos nuestro teléfono en silencio —intervino una maestra de pelo corto y pintado de rojo con cara de pocos amigos— ¿No es más fácil solo avisar la hora exacta?

Mi esposa IdaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora