Momento para Sal?
Apareció en mi vida por primera vez en la escuela.
Merita es muy guapa... Imagínense un primo de ella. Siempre me contaba sobre Sal. Ellos eran muy cercanos.
Oía maravillas de él. Y gracias a eso, no olvidé quién era en realidad.
Cuando lo vi, no lo creí. Merita ya me había dicho que se había teñido el pelo y que usaba lentes de contacto... Pero verlo en persona era otra cosa.
Se veía entre patético y muy atractivo. En fin, seguía siendo uno de los más guapos de la escuela y mayor que yo. Así que prefería mirarlo como el fastidioso de Salamar. Jejej le inventé muchos apodos.
Déjenme les explico mejor.
Ver a Sal a sus 17 fue a otro nivel. Sin embargo, nuestra primera interacción y las siguientes no fueron ni corteses ni muy agradables.
Para conocer a una persona, en ese tiempo, creía fielmente que debía haber una presentación o respeto al principio.
Pero claro, el galanito me trataba, no solo como si me conociera, sino que sentía que solo pretendía excluirme, ignorarme o hacerme menos.
Era el chico pesado vs el chico maravilloso que veía Merita. Siempre conserve esas dos imágenes de él.
Entre tareas, libros y actividades, por supuesto que no había tiempo para observar al rompe corazones del Salamardo. Aún que, entre las demás chicas, su apodo era Zafiro. Pero por Dios... Si les entiendo la fiebre pero créanme que no se veía tan a la perfección con el pelo así.
Siempre fue delgado pero demasiado atlético. Se dejaba sentir su libertad y su pasión en los partidos. A diferencia de dentro de un salón de clases.
Ese era Sal. Un chico creído, pesado, se suponía que maravilloso y... Y Sal.
No les mentiré. Sí hubo ocaciones en que él se portó a la altura conmigo. Eran ocaciones especiales.
Si ya le tenía cariño por lo pesado que era conmigo, imagínense luego de aquellas pequeñas ocaciones.
A veces parecía que él quería gritar algo. Pero ¿Quién no quiere gritar algo? O simplemente gritar.
No, no pienso que la vida es extremadamente difícil. Solo es vida. Las circunstancias no pueden ser las mismas para todos (por cuestión de lógica) sin embargo ¿Qué más le pediremos o exigiremos a la pobre?
¿Todos tenemos cargas? Sí. Pero sin ellas ¿Qué seríamos? Las cargas, para mí, nos dan sentido.
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Mi esposa Ida
RomanceExiste arte en la interpretación, en una sonrisa muda, en la duda, en las expectativas y en asumir lo que no oyes. Con Ida, mi esposa, todas estas artes fueron practicadas casi siempre. te enseñaré como pasar de esto: - Si pudiera ser la toalla co...