XIV

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Nuestras caminatas parecen paseos interminables,

ocultas nuestras manos se mueven al compás,

tratan de llegar a la opuesta en la oscuridad matinal.

Próximos a tu hogar, el tiempo se detiene,

trato de regresar atrás,

pero cuenta me doy que no se puede,

en la esquina me detengo y con mis ojos dorados observo,

tu figura irse a lo lejos y desaparecer en un momento.

Caminando vuelvo,

rememorando momentos,

de mi pecho brotan las ganas de volver a verte de nuevo.

Te acompaño siempre como quien acompaña a un destino,

a un tesoro, a un sueño,

a tu lado el tiempo no pasa en silencio,

a tu lado siento que me detengo,

que entro en un portal de sentimientos,

y navego en un barco arrastrado por el viento de tus besos.

Caminar a tu lado es un sueño,

un sueño del que despierto cuando tu sonrisa veo,

un sueño tan real que tu contacto siento,

un sueño tan perfecto del que no quiero despertar,

porque tú eres mi sueño y a la vez:

mi realidad.

Oda al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora