Oda al amor

XXV

Sobre mi corcel un viaje hoy emprendí,

viajé y viajé,

crucé pueblos y montes,

crucé ríos y llanos,

al final del viaje te encontré,

como esa X que marca en un mapa pirata un tesoro,

al fin del mundo viajé,

te atraje hace mí,

y como todo un tesoro preciado,

hermoso sin dudarlo,

te llevé conmigo de vuelta.

Viajamos sobre corceles,

y fue magnífico,

tus esbeltas piernas y tus caderas saltaban con el trotar,

tus brazos hermosos aguantaban con fiereza las riendas del animal,

tus ojos como pedazos de cielo se clavaban en el frente,

yo como un bobo iba a tu lado observándote sonriente,

cómo el viento movía tus cabellos,

los movimientos que hacías,

aquellas sonrisas que me mandabas,

aquellos te quiero que me alcanzaban,

que viaje más maravilloso,

por ti voy a diario a cualquier parte del mundo,

si con ello puedo acompañarte,

si con ello puedo estar a tu lado,

porque mis deseos se han resumido a eso,

simplemente,

estar a tu lado.