Dani vuelve a preguntarme si estoy lista mientras termino de peinarme el pelo después de los nudos que se han formado con tanta locura. Veo su reflejo en el espejo y sonrío, recordando lo que ha pasado entre nosotros momentos antes. No me quiero imaginar como estaríamos enredados en sus sábanas si no hubiese sido por Yana, que nos ha obligado a movernos de la cama y preparar las maletas.
Primero, hemos hecho la de Dani y después, nos hemos venido a mi habitación para deshacer la que me llevé a Adare y preparar la que me voy a llevar a Dalkey, el pueblo de sus abuelos.
—La primera vez que nos vimos, me dijiste que no siempre habías sido de pueblo, pero no me diste más explicaciones —añado, recogiendo el maquillaje que acabo de usar.
Levanta la cabeza del móvil y apoya los codos sobre la cama.
—No sé porque no me extraña —dice, pensativo—. Sarah, mis padres y yo nunca hemos vivido en un pueblo, pero sí que he pasado gran parte de mi vida con mis abuelos, por eso quizá me considero un poco de pueblo, a pesar de no serlo.
Dejo lo que estoy haciendo, me acerco a él decidida y me siento a su lado.
—¿Te han criado tus abuelos?
—Se podría decir que sí. Mis padres vivían viajando de un lado a otro por trabajo todo el tiempo.
Su forma de decirlo hace que mi pecho se oprima y tengo que hacer una mueca ante la molestia que eso me causa.
—Al final me acostumbré a eso e, igual es un poco feo que lo diga, pero me alegro de pasar más tiempo con mis abuelos que con ellos.
Su respuesta me sorprende. De hecho, nunca lo había oído hablar tan cortante hasta ahora y mucho menos de sus padres, aunque es la primera vez que me habla de ellos. Ni siquiera ha pensado si quería decírmelo o no, simplemente lo ha hecho.
No le respondo. Vuelvo al aseo y cuando termino de recogerlo, salgo a la habitación.
—¿Estás ya? —me pregunta levantándose de la cama.
Asiento y sigo sus movimientos. Me pongo el abrigo, recojo el bolso y meto todo lo necesario dentro. Voy directa hacia la maleta para arrastrarla hacia fuera, pero la mano de Dani ya está en ella. Me mira de arriba abajo y frunzo el ceño, confusa.
—Yo la llevo —se limita a decir.
—¿Y eso por qué?
—Porque quiero ser un caballero.
Niego rodando los ojos y suelto una pequeña carcajada.
—Pero con una condición —entrecierro los ojos—. Si me das un beso.
—¿Y lo caballeroso dónde ha quedado? —pregunto, acercándome a él a paso lento.
Sigue todos mis movimientos y lo veo lamerse el labio. La paciencia desaparece de su carácter cuando se acerca a mí a paso ligero y estampa sus labios contra los míos.
—Que ganas tenía de besarte.
Se limita a decir mientras sale por la puerta con mi maleta.
Me toco las mejillas al sentir que me he sonrojado y sonrío, inconscientemente. Me encanta estar así con él.
—¡Hombre! Ya era hora —dice Liam, separándose de Eli—. Sois unos tardones.
—Cállate —espeta Dani, saliendo por la residencia.
Todos lo siguen para ir a por los coches, pero Landon se queda de pie en su puerta. Me acerco a él y lo observo, pero parece que no se da cuenta de mi mirada.
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CONSTELACIONES
Teen FictionQuizá el destino o las casualidades creyeron que lo mejor sería ponerlos en mitad del camino. Quizá ninguno estaba mental, ni sentimentalmente preparado para sentir, llorar y querer. Quizá nunca lleguen a hacerlo. O quizá ya sea demasiado tarde cuan...