²Alicia y la Cámara Secreta [LRYEA: ✔︎]

24¬LOCKHART THE SWINDLER

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↻Lockhart el estafador 

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━━━━━━━ALICIA LE HABÍA ESTADO DANDO VUELTAS A QUÉ ERA LA BESTIA QUE ATACABA A LOS ALUMNOS. Ya tenía cada vez más pistas y creía tener la solución, o al menos una ligera sospecha. Hermione le habló sobre serpientes y como el símbolo de Slytherin es una serpiente, según Alicia tenía sentido que a lo mejor la bestia de la cámara de los secretos fuese aquel reptil porque el heredero era de Slytherin. 

Además, lo que vio en la biblioteca reflejado en el espejo fue una cola muy grande, larga y viscosa. Las serpientes son así, ¿no? Todo apuntaba eso, pero Alicia no le quería decir nada a Harry y Ron aún, no sin asegurarse. Pero aquella aventura con Aragog confirmó su teoría. Según él, aquella bestia es innombrable para las arañas, el único animal al que temen, ¿y sabéis cuál es ese animal al que tanto temen las arañas? 

Alicia había leído una vez en un libro que las arañas tienen una visión de 360 grados alrededor de ellos y por ende, no pueden cerrar los ojos. Eso las hace vulnerables al basilisco, que es, nada más ni nada menos, que una serpiente que puede matar con la mirada.

¿Había dado en el clavo? Sí, lo había resuelto a la perfección. 

Por eso, cuando McGonagall anunció que Dumbledore volvería a Hogwarts y que la profesora Sprout podría despetrificar a los alumnos que estaban en la enfermería, se sintió feliz. Hermione despertaría y podría corroborar su teoría, a parte de tener a su mejor amiga de vuelta. 

Mientras Alicia, Harry y Ron iban por el pasillo de camino a clase de Historia de la Magia, la rubia les contó lo que había descubierto respecto a la bestia. —¡Eres increíble! —susurró Harry para que no los escucharan, ella le sonrió.

—Lo sé, pero necesitamos comprobar la segunda parte de mi teoría —respondió de la misma manera—. Hay que hacer que Lockhart nos deje irnos.

Harry y Alicia miraron a Ron, quien sonrió inflando el pecho, con orgullo. Se acercó a Lockhart y tras un par de frases de peloteo, consiguieron largarse. Mientras corría por los pasillos, el mundo se manifestó en su contra y se encontraron la profesora McGonagall. La indicada para escabullirse de esta situación era Alicia.

—Alicia, Potter y Weasley, ¿a dónde van?

Jugueteó con los dos dijes de diamantes de su collar, algo nerviosa por tener que mentirle— Vamos a ver a Hermione.

Y para sorpresa de los tres, la profesora, algo sentimental, les dio permiso. Pero la mente de la profesora McGonagall solo proyectaba a una rubia, una muy parecida a Alicia. Recordaba a aquella chica en el uniforme azul y cobre corretear por los pasillos con sus amigos.   

Por otra parte, Alicia, Harry y Ron habían fingido ir a la enfermería para que se corroborara su portada— Hermione me contó acerca de las cañerías, si no, Harry, ¿cómo lo escucharías tú? Es un animal muy grande —dijo Alicia, mirando a su amiga.

—¿Cañerías? ¡La entrada de la Cámara de los Secretos! —dijo Ron con la voz quebrada—. ¿Y si es uno de los aseos? ¿Y si estuviera en...?

—... los aseos de Myrtle la Llorona —terminó Harry