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Estaba petrificado ante el cambio repentino de la princesa T/N, como yo la había visto estaba divertida pero volteó a una dirección y su semblante cambio de inmediato, su voz se escuchó más rígida y paso lo de hace un rato, espero no haberla ofendido, no la conozco mucho para saber que le gusta y que no.

Me recosté en el pasto y puede mis brazos debajo de mi cabeza para simular una almohada, mientras que mi mirada estaba dirigida en el cielo específicamente en la Luna.

Solo que está su brillo era distinto, yo en lo personal no se leeré objetos y soy muy torpe para resolver acertijos o indirectas pero de algo estaba seguro es que la Luna estaba alegre, me di cuenta por la forma en la que brillaba y al ser luna llena más.

Respiraba hondo, mis pulmones lo disfrutaban mientras veía el cielo estrellado, hasta que sentí la pequeña cabeza de mi hermano recargarse sobre mi estómago.

— Antonio: ¿Porqué se fue la princesa?, ¿ Se habrá enojado o aburrido de nosotros?— Mi hermano era muy amable con las personas, tanto que si alguna le hacía algo grosero el se ponía triste y a veces solía llorar.

— Camilo: Claro que no, al contrario ella se divirtió mucho con nosotros, jugar le hizo bien después de un largo viaje, pero su madre la llamo y tuvo que irse, es normal es nuestra invitada y todos quieren estar con ella después de todo no puede ser solo para nosotros.— Obviamente estaba mintiendo, no le diría a mi hermanito que se fue de forma seria.

— Antonio: Tienes razón, la necesitan más que nosotros ahora— Mi hermano se sentó y volteó a verme. — ¿A ti te gusta la princesa?.

Mi cara estaba roja, agradecía porque estuviera obscuro así mi hermano no lo notaría mucho, espero su vista no sea tan buena para poder asimilarlo con la pequeña luz del farol que estaba cerca.

— Camilo: Que cosas dices Toñito, todos los niños piensan en que el amor es algo instantáneo, solo nos llevamos bien por hoy eso es todo— No debía ponerme nervioso o cambiaría de forma y ahí si se daría cuenta mi hermano.

— Antonio: Bueno tal vez tengas razón, pero ¿No te gusta ninguna princesa?, digo ya vas a ser mayor de edad y debes comenzar a escoger prometida y una princesa sería mucho mejor.—

— Camilo: Cierto no quiero que mamá o la abuela tengan que escoger por mí, y bueno no me gusta nadie pero -mi mirada ahora estaba centrada en el- ¿Con quién me casarías tu?— Estaba muy curioso de saber la respuesta porque realmente en mi cabeza quería que dijera a la princesa fuego.

— Antonio: Mmmm... es buena opción para ti la princesa Isla pues es de tu edad y así me quedaría con la princesa T/N para jugar más tiempo— ¿Qué?, suponiendo yo Antonio en unos minutos tomo cariño a T/N sin conocerla muy bien, es muy sentimentalista mi hermano.

— Camilo: Oh ya veo -Ahora lo mire un poco burlón- Te gusta la princesa T/N ¿Cierto?— Antonio negó con su cabeza.

— Antonio: Y los niños adelantan el amor, no me gusta pero si es muy bonita, además de que si te pones a pensar tiene el poder más fuerte, tal vez la gente no lo vea tan útil pero el fuego es destructivo y si ella lo controla que genial.—

— Camilo: Si es bonita ella y sabe bailar bien aunque lo intenta es muy tierna, pero no me gusta ninguna de ellas, solo soy amable eso es todo.—

— Antonio: Bueno aceptaré que no te gusta pero ¿Solo tienes que ser amable con ella? porque con las demás no te he visto hacerlo— Este niño sabe cómo ponerme nervioso, es una ternura pero tiene su lado macabro.

— Camilo: Hey mira van a dar pastel allá del que te gusta — Y no le mentía, de verdad darían de su pastel favorito en una mesa lejana, aunque me sirvió de distracción también.

Olvida el pasado (Camilo Madrigal × Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora