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Al cada una partir a su respectiva habitación, comenzaron a seleccionar sus pertenencias, cómo vestidos, pijamas, ropa interior, jabón, pasta dental, perfumes y cosas de higiene, su abuela había mencionado partir en una semana pero no querían andar a las prisas.

- Makani (Viento): Hermana fuego, ya he llegado, como verás hoy me hice el tiempo libre para ayudarte con tus pertenencias- La menor llegó con una maleta en brazos para ayudar a su hermana a empacar ropa pues T/N le daba igual la ropa que se ponía y su pequeña hermana quiere que olvide su pasado y así buscar tal vez a alguien que logré enternecer su corazón como lo había hecho aquel chico de nombre Jae.

—T/N: gracias hermana, pero busca también lo mejor de tus cosas, no te preocupes por mi— sus ojos se veían decaídos pero la menor fue a acercarse y la abrazó sin pensarlo, se miraron a los ojos y dieron una sonrisa inocente.

—Makani: Mira qué bonitos vestidos tienes, y puedo mandarte a hacer más antes de irnos— La menor comenzó a revisar el armario de la princesa fuego, la gama de colores eran tonos de rojo y negro, pues su madre les permite usar únicamente colores relacionados a su poder, así como Makani tiene una gama de colores blanco y gris.

—Makani: Te conozco lo suficiente y se que te aburren ya estos colores todo el tiempo y como nadie nos molesta al dormir te traje está pijama— Extendió la pijama en la cama de T/N, está venía envuelta en una bolsa de tela roja para disimular su color por si su madre o hermanas se atrevían a revisar sus pertenencias.

—Makani: No la veas hasta que estemos allá y la uses, es una sorpresa—

— T/N: Gracias hermanita, pero ammm, porque quieres ayudarme después de todo lo que hecho—

—Makani: Ya te lo he dicho miles de veces y te lo repetiré millones, eres mi hermana, además de la favorita para mí, tú eras de otra personalidad más alegre e hiperactiva, y te ayudaré a recuperar esa sonrisa—

—T/N: Algún día te lo pagaré hermana—

—Makani: Págame buscando un nuevo amor, algún chico que te haga cambiar, o chica si lo prefieres, pero quiero chico para que me des sobrinos— Se abalanzó sobre su hermana mayor tirandola en la cama quedando en un fuerte abrazo entre las dos.

— T/N: No no, aún soy joven que te pasa, haber tu dame sobrinos ahora mismo—

—Makani: Soy menor de edad mensa, pero cuando crezca tal vez si—

— T/N: Cuando creció mi hermanita tan rápido, recuerdo cómo te caías al dar tus primeros pasos y no me quedaba de otra más que reírme—

—Makani: Bueno era algo torpe de pequeña lo admito, pero ahora ya soy muy lista y te buscaré algún hombre que te alegre el corazón—

—T/N: De acuerdo inténtalo, pero te advierto que mi corazón no sirve para un nuevo amor— Su semblante cambio a uno de completa tristeza, el recordar a su ex novio.

—Makani: No voy a forzarte a nada hermana, lamento mucho lo que le pasó pero, quiero intentarlo, así traerás al mundo una generación encantadora como tu y quiero que vuelvas a ser la de antes—

—T/N: Yo también, pero no sé, tengo miedo de volver a causar daño—

—Makani: Tranquila, hay que cambiar de tema, ¿Que perfume te gusta?—

NARRADORA

Así continuaron las hermanas, T/N solo se limitaba a cortas palabras o solo asentía o negaba, por suerte su hermana era muy parlanchina y sociable, lo hacía de manera agradable pues no era de las que desesperaba por tanto que hablaba.

La semana transcurrió normalmente, ente preparativos, organización y más entre la familia real.

Hasta que por fin llegó el día esperado para partir a ese largo viaje, en donde irían las seis mujeres solas, pues no querían llevar a mucha gente al pueblo de Encanto además de que por algo el pueblo se mantenía en secreto y no querían quitar esa privacidad al lugar.

—Halley: Hijas es hora de irnos, tomen sus últimas cosas que se van a llevar y vámonos—

Todas hicieron caso al llamado de su madre, pero la princesa fuego sentía que algo se le olvidaba y rápidamente corrió a su habitación antes de partir.

Se dirigió a su gran tocador y ahí estaba, la foto de su difunto amado, la tomo y la escondió entre su abrigo para disimular la fotografía.

—Gaia (Tierra): ¿Todo en orden hermana?— Pregunto con una voz tranquila para obtener respuesta de parte de su hermana.

—T/N: Todo en orden hermana, gracias— No se dispuso a verla a los ojos, pues era lo que más evitaba para no sentir algunas miradas de lástima por parte de la gente y sobre todo, se dice que con una mirada se puede enamorar poco a poco y si es el correcto en cuestión de segundos.

El viaje tenía un poco nerviosas a las cuatro princesas, pues nunca habían viajado solas, sin guardias o guías y para un viaje largo sería complicado, si se perdían era responsabilidad de ellas, cualquier mínimo detalle debían contemplarlo para que todo saliera bien.

Habían pasado alrededor de cuatro días, hasta que encontraron las largas montañas del pueblo de Encanto, se decía que eran imposibles de cruzar y realmente lo eran, aún siendo parte de la magia tardaron un día completo en atravesar aquellas montañas, y eso si con la autorización de la familia Madrigal.

La familia Miracle obviamente aunque sean de la realeza se fueron con ropa más cómoda que un abultado vestido elegante, así que cuando estuvieran cerca de cambiarían un elegante vestido cada una para su primera impresión en el pueblo de Encanto.

Y así lo hicieron, cuando ya podían ver más cerca el pueblo detuvieron el carruaje y se dispusieron a cambiar sus ropas cómodas por algo más elegante y llamativo.

Cada una, tomaba turno en el carruaje, pues no se cambiarían al aire libre por muchas razones de privacidad y porque podría haber gente observandolas.

Ya saliendo las seis mujeres de cambiar sus ropas, T/N se puso algo nerviosa, le era difícil el conocer gente, gracias a las culpas que recibía de parte de su familia y del reino, primero su padre, después familia inocente y su pareja, no quería volver a cometer otro error, por eso su falta de comunicación.

Gracias a este nerviosismo que sentía, en las puntas de su cabello comenzaron a brotar pequeñas e inofensivas llamas de fuego, eso ocurria cada que tenía una emoción fuerte y esta vez eran los nervios.

Y como no hacerlo si sus principales miedos eran por todas las culpas que recibía y se preocupaba de más ¿Y si hacía amistades?¿Y si se atrevía a hacerles daño como siempre lo ha hecho?¿Y si se enamoraba cómo su hermana dijo?

En fin todo era un misterio













Un misterio













X: ¡¡¡HAN LLEGADO, PREPAREN TODO!!!






Olvida el pasado (Camilo Madrigal × Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora