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T/N

Me sobresalte ante la voz fuerte que había reclamado alguien que yo me había comido hace unos minutos, no me termine todas pero si comí alrededor de unas 8 de ellas.

- T/N: Y..yo lo siento mucho, haré más si eso gusta- Al girar sobre mis cuclillas para ver a la persona directamente y enfrentar mi error, vi que era el joven Madrigal Camilo, me había comido su cena y estaba avergonzada.

- Camilo: N..no no princesa perdón no la había visto, está bien coma más si lo desea, están hechas para usted- Vi que Camilo estaba avergonzado está vez pero aún así yo lo estaba más.

- T/N: Era su cena, lo lamento mucho si me permite está vez las prepararé-

- Camilo: Tranquila tomelas como un obsequio de mi parte, además nadie se resiste a las arepas de mi tía Julieta.-

- T/N: En eso le doy la razón joven Madrigal- Los dos soltamos una pequeña risa discreta.

- Camilo: Por cierto lo de hace un rato, si la llegué a ofender con algún comentario quiero pedirle una disculpa por ello, no suelo pensar mucho lo que digo y mejoraré en eso-

- T/N: Suelo ser de forma seria asi que no se preocupe no dijo nada ofensivo, pero ya debo irme- Esta vez no lo vi a los ojos pero si me iba a ir para evitarlo nuevamente.

Estaba cerca de el para pasar de lado y de repente casita movió sus pisos para que Camilo y yo quedáramos juntos, el me abrazo de los hombros y yo lo tome de la cintura quedando en un abrazo tierno, sabía que el no lo hacía para tener contacto físico con el si no porque quiso ayudarme a no caerme por falta de equilibrio.

NARRADORA

El momento de hace un rato se volvía a repetir, solo que está vez los dos estaban a solas en la cocina y nadie los vió, pero no sé sabe si alguien los escuchó.

Casita movía sus techos y azulejos alegremente mientras que la luna brillaba con la misma intensidad que hace un rato, algo sabían las dos pero no podían hablarlo, solo darían un pequeño empujón.

- T/N, Camilo: Lo siento, no sabía, no quise-

Y volvieron a verse a los ojos, otra vez había un mágico contacto visual se sentían en casa cuando lo hacían y solo llevaban un día de conocerse y algo había en ellos que los conectaba, pero los dos al ser tan nerviosos solo callaban y ya.

CAMILO

Noté que había un ladrón de arepas en la cocina, reclamaré por ellas porque nadie absolutamente nadie puede tomar de mi comida sin mi permiso y menos de mis arepas.

- Camilo: ¿Quién se ha comido mis arepas?

- T/N: Y..yo lo siento mucho, haré más si eso gusta- Al girar sobre mis cuclillas para ver a la persona directamente y enfrentar mi error, vi que era el joven Madrigal Camilo, me había comido su cena y estaba avergonzada.

- Camilo: N..no no princesa perdón no la había visto, está bien coma más si lo desea, están hechas para usted- Vi que Camilo estaba avergonzado está vez pero aún así yo lo estaba más.

- T/N: Era su cena, lo lamento mucho si me permite está vez las prepararé-

- Camilo: Tranquila tomelas como un obsequio de mi parte, además nadie se resiste a las arepas de mi tía Julieta.-

- T/N: En eso le doy la razón joven Madrigal- Los dos soltamos una pequeña risa discreta.

- Camilo: Por cierto lo de hace un rato, si la llegué a ofender con algún comentario quiero pedirle una disculpa por ello, no suelo pensar mucho lo que digo y mejoraré en eso-

Olvida el pasado (Camilo Madrigal × Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora