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Llegaron a la pequeña cafetería del pueblo en dónde había muchos panes de distintos tamaños y sabores, el intenso olor a café era lo que inundaba el olfato de quien pasará por ahí.

El lugar era antiguo pero muy cómodo, el señor que atendía era muy alegre y amable a pesar de ser viudo, contaba sus historias de amor con su esposa y daba los mejores consejos.

- Camilo: Hola señor Beto-

- Señor Beto: ¡CAMILO!- Los recibió como los los estuviera esperando- Pásale hijo, tanto tiempo sin vernos-

El señor notó la presencia de la compañía que llevaba Camilo

- Sr Beto: Oh hijo, veo que has traído a tu novia- Camilo se ruborizó al igual que T/N por el comentario que había hecho aquel hombre.

- Camilo: N-no somos novios, ella es la princesa fuego T/N -

- T/N: Mucho gusto señor Beto- Hizo una pequeña reverencia de respeto.

—Sr Beto: El gusto es mío jovencita- Dirigió su mirada hacia ambos jóvenes - No hay duda, son una hermosa pareja, un chico bastante travieso y una chica tranquila, son una perfecta combinación cómo un pan muy dulce y un café amargo, nunca se aburrirán ni fastidiarán de su sabor si se encuentran juntos—

- T/N: Amm señor Beto, el y yo no estamos juntos-

- Camilo: Cierto, solo somos amigos nadamás- Por dentro el Madrigal estaba algo decepcionado por el comentario de la princesa, pero era muy discreto para ocultar sus sentimientos, obviamente para todos menos al señor Beto.

Pero había algo más ahí, la princesa también estaba un poco decepcionada por el comentario hecho por el Madrigal, pero está vez pudo controlar un poco sus sentimientos y mantuvo sus expresiones frías.

- Sr Beto: Eso no es lo que mis ojos ven, tomen asiento hijos, la casa invita- Extendió dos tasas de café junto con dos trozos de pastel de mango y fresas.

- T/N: Camilo me platico que usted da los mejores consejos ¿Es cierto?- Quería romper la tensión que comenzaba a hacerse.

- Sr Beto: No te contó mal, no es por presumir pero todo lo que he aconsejado es cierto, y ésta habilidad la he obtenido gracias a mi querida Angélica-

- T/N: ¿Angelica?-

- Sr Beto: Si, mi amada mujer que en paz descanse, aprendí a amar más que a mí mismo, de una manera sana claro, ella y yo éramos el uno para el otro y gracias a eso puedo suponer los sentimientos reales y falsos de la gente respecto al amor, se cuando son compatibles compañeros de vida-

- T/N: ¿Y porque murió?-

- Sr Beto: Ya era su destino, una noche solo fue a dormir como todos los días, yo me levanté a traer la materia prima para hacer el pan y el café y al regresar ella no me espero en la puerta como siempre lo hacía, se me hizo muy extraño así que fui a buscarla, y la encontré durmiendo en la cama, la deje descansar pero pasaron horas y no había respuesta de ella, hasta que regrese y seguía en la misma posición, algo raro en ella porque era muy inquieta al dormir, y al acercarme note que ya no estaba con nosotros-

- T/N: Como lo siento, yo comprendo su dolor-

- Sr Beto: Tranquila, es a lo que hemos venido, todos nacemos para morir pero no todos nacemos para vivir- T/N adimraba al hombre, a pesar de que amaba mucho a su mujer el no lloraba por su partida, no se veía feliz pero estaba tranquilo y en paz.

- Camilo: T/N, ¿Comprendes su dolor?-

La princesa solo estaba cabizbaja, se venía una plática muy dura y dolorosa para ella.

Olvida el pasado (Camilo Madrigal × Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora