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Caminamos por las calles de la ciudad las cuales seguían inundadas de gente al todavía ser temprano, entre comillas. El sol casi ha desaparecido detrás de los edificios y nubes que lo tapan, dándole al cielo colores rosados, moradas, azules y algo anaranjados a su alrededor. Cuando uno mira hacia el lado contrario se ve la luna, o un pedazo, no está en su forma completa, solo se puede ver una rebanada de esta.

En este corto tiempo con el peliverde he notado que no se calla. Habla como cotorra, literalmente parece estar leyéndome todo un libro sin hacer una pausa para siquiera tomar algo con lo cual hidratar su, probablemente, seca boca. Cada paso traía una nueva palabra, cada minuto un nuevo tema.

Pero no me molesta, sinceramente.

Algo que puede sonar extraño viniendo de mí. Amo el silencio y este chico el literalmente la descripción de RUIDOSO. Pero aquel ruido es bastante acogedor. Este tipo me cae bien.

Repentinamente jaló de mi ropa y señaló una tienda, un lugar en el cual hacer cerámica.

"Quieres ir ahí?"

"No que hibamos a la playa."

"Vamos. La playa no se va a ir, pero no podremos hacer cerámica por el resto de el día."

Acepté para hacerle feliz, ya que parece muy emocionado con la idea.
Al acercarnos miré el letrero de la tienda, en el decía informaciones sobre la tienda como días en los que no abre, eventos especiales, y las horas de abertura y cuando cierran. Leí brevemente lo que decía, y la tienda ya está cerrada.

"Emm, Midoriya.. la tienda está cerrada."

Entonces oí la campana de la tienda sobre la puerta sonar.
"Para los demás talvez. No te preocupes."
Respondió desde el marco de la puerta mirando hacia atrás en mi dirección, sonriendo. "Esta es la tienda da de mi tío." Dijo al entrar.

"Oh."

Al entrar sonó la campana nuevamente cuando cerré la puerta, sentí inmediatamente el olor a cerámica proveniente del lugar. En las paredes hay múltiples envases, la mayoría en estanterías y otros colgando del techo con unas plantas en estos, una decoración bastante bonita.

"Perdonen, la tienda está cerrada." Dijo una voz masculina desde una parte más alejada de la tienda.

"No te preocupes tío Toshi, soy yo!" Gritó el peliverde a quien sea que está allá.

De la otra sección de la tienda salió un hombre flaco de pelo rubio y ojos azules. Ese es el tío?

"Izuku, hola, que alegría verte."

Los dos se abrazaron y empezaron una conversación de la cual yo obviamente estoy excluido. Ni pareciera que estoy aquí, ¿me he vuelto invisible?

Entonces parece que Midoriya se acordó de mi cuando volteó su cabeza hacia mi dirección por un segundo, volviendo a su pariente, y volviendo rapidamente hacia mi con un rostro sorprendido. Enserio se le olvidó que estoy aquí.

"Ah si, tío Toshi, este es mi amigo." Dijo acercándose a mi y tomándome del brazo para acercarme al otro.
Amigo? No recuerdo cuando nos volvimos amigos.

"Oh, encantado." Dijo extendiendo su mano. "Mi nombre es Toshinori Yagi."

"Todoroki Shoto."

Al terminar el apretón de mano el señor se volteó a su sobrino.

"Y bien, que los trae por aquí?"

"Me gustaría que Todoroki-kun hiciera algo, ¿es posible?"

"Claro, vengan." Respondió el hombre alegremente dirigiéndonos hacia una... ¿mesa? Parece una mesa circular con dos capas, arriba tiene un círculo metálico y abajo por los lados dos rectángulos de madera.

Noche de fiestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora