10.

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La semana pasó en un abrir y cerrar de ojos.

De un día al otro, ya estuve en camino a la casa de Mina, con el conjunto de ropa que ella me eligió el día anterior.
Y ahora, en lo que se sintió como un parpadeo, estoy enfrente de la casa del mejor amiga pelirosa, tocando el timbre de esta.

Oí la manija girar, entonces la puerta fue abierta.

Mina, la cual está usando un vestido corto color carmelita con unos jeans y un cardigan rojo vino me miró con sorpresa.

"No me lo creo, si te lo pusiste!"

El conjunto que ella me eligió es uno bastante simple y elegante, un top de cuello de tortuga, un pantalón y un abrigo largo junto a él corsé de el día anterior. Todo el conjunto es negro, todo menos el corsé el cual resalta al ser de un color opuesto al del resto de la ropa.

"Está bonito, eso es todo."

"El bonito aquí eres tu Sho." Respondió de forma coqueta, moviendo su mano hacia arriba para dejarla caer. (Ya saben, la señal gay 💅. No se como explicarlo)

"Si, gracias, ya lo sé. Me dejas entrar? Se me está congelando el culo."

"Ahí vas otravez. Dale, entra y deja de joder."

Cuando, al fín, se quitó de el umbral, dejándome entrar, pasé al interior de su hogar. No es como la otra vez, esta vez no huele a alcohol por cada rincón de la casa, no hay tanta gente que apenas se puede respirar, no hay música al máximo volumen y lo más importante, todo está tranquilo. Lo único que se oye son risas provenientes de la sala, en el ambiente hay un olor dulce, huele a pastel con un suave tono a café.

"Esta vez te plantó media fiesta, o es que te olvidaste de llamar mas gente?" Pregunté acomodando mi abrigo sobre uno de los percheros del armario en el pasillo. "Jamás has hecho una fiesta sin invitar a la cuadra entera. Que pasó hoy?"

Mina entrecerró los ojos con y frunció levemente las cejas. "Malagradecido, está vez invité a menos gente ya que te gustan los lugares tranquilos, lo hice pensando en ti cabrón."

"Gracias... supongo."

"Porque eres así conmigo?" Respondió frunciendo más las cejas, pero con una sonrisa. "Deberías apreciarme mas, te estoy ayudando con tu futuro."

"Y eso como?" Pregunté dudoso. A mi más bien me parece que me lo quiere arruinar con sus boberías.

"Como que como? Midoriya-kun está en el cuarto de al lado, literal lo único que te separa de chuparle el pingo es la puerta."

"Mina! Que coño te pasa?!"

"Todo bién? Oh, Todoroki-kun!"

Y como si hubiese invocado al mismísimo diablo, después de mencionar su nombre Midoriya abrió la puerta.

"Hola."

"Hola."

El ambiente se volvió algo pesado. No entiendo el porqué, pero nadie habló más. Midoriya me miró de arriba a abajo por un rato. ¿Tengo algo encima?

"Midoriya-kun porfavor" Mina se acercó más a Midoriya y pasó su brazo por su hombro, apoyando su mano el el hombro más lejano a ella dándole palmaditas con una sonrisa en el rostro. "Un poco mas de discreción mi hijo, que casi lo desnudas con la mirada."

"AH?!" Midoriya, rojo como un tomate, miró a Mina nervioso y agitando las manos.
"DE QUE HABLAS MINA?! No digas tonterías!"

"Tonterías mis huevos, soy la tercera rueda y nadie me lo puede negar."

"Como? Como un triciclo?.."

Ambos giraron sus rostros hacia mi estando totalmente incrédulos.

"...Shoto, lindo, ¿porque mejor no vas y comes pastel? Midoriya-kun, puedes llevar a Shoto hacia la sala? Ahorita vuelvo con mas café." Pidió la pelirosa.

Noche de fiestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora