-Capitulo 1-

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Una niña de 11 años se encontraba vagando sola por las calles de Tokyo, exactamente en la zona de Shibuya. Estaba bastante entretenida por el camino, así que su alrededor era algo poco importante. Estaba muy inmersa en sus pensamientos.

Hasta que diviso a un niño sentado fuera de una casa, la curiosidad de la menor se despertó y por instinto se acercó a él, había llamado la atención de la menor y a la vez un sentimiento de preocupación despertó en la menor.

-Oyeee- dijo la niña llamando la atención del niño- Hola- le regalo una sonrisa al menor.

-Que quieres dijo el niño- respondiendo de mala gana, en su voz se notaba que no estaba para nada bien y que había llorado unos momentos atrás.

-Que te sucede- cuestiono la niña ante la agresividad del menor.

-Nada, ahora lárgate- dijo el niño de manera cortante y despectiva.

Umiko haciendo caso omiso se sentó junto a el y sin previo aviso, posó su mano en la espalda del chico, a manera de reconfortarlo.

Esa acción tan pequeña logro reconfortar a Kazutora, nunca nadie hacía ese tipo de contacto con el y por lo mismo eso le provocaba una sensación cálida, acompañada de una extraña satisfacción en su corazón.

-Mi nombre es Umiko, cual es tu nombre?- dijo la niña decidida a entablar una conversación- Te gastaría ser mi amigo? Te ayudare en lo que necesites!- la sonrisa de la niña se hizo más grande

-Como lo harás, se nota que ni tú sola te puedes ayudar- dijo Kazutora de manera agresiva, como siempre hiriendo a la gente sin darse cuenta.

-Eso no importa! Aprende a recibir ayuda. Hey, me puedes decir tu nombre- dijo la niña con una cálida sonrisa.

-Hanemiya Kazutora- dijo el chico de cabellos negros admirado del comportamiento de la albina.

-Muy bien Hanemiya, vamos a un lugar lejos de aquí- dijo la niña tomando la mano del más alto.

-A dónde vamos- cuestiono desconfiado.

-Vamos a mi refugio- ninguno dijo ninguna palabra más. El camino siguió en un completo silencio.

Al llegar a aquel lugar algo apartado de dónde vivían ambos, Umiko tomo la iniciativa para hablar ella primero y así preguntarle al chico porque estaba en ese estado.

-Hanemiya- exclamó ella con una voz melosa y calmada.

-Que- pronunció el chico con indiferencia, aunque por dentro agradecía que esa niña lo llevará mejor de aquel lugar al que llamaba "hogar".

-Porque estás así- pregunto la niña de manera sencilla y directa.

-No te importa- escupió con indiferencia el peli-negro.

-Si no me importará no te preguntaría- dijo la niña algo molesta, ella trataba de ser amable y el era demasiado indiferente con ella. Pero comprendía que ella también era así en ocasiones.

-Mis padres, pelearon... por mi culpa- soltó seguido de un suspiro, ya se había rendido, estaba chica tenía el carácter bastante pesado.

-No fue tu culpa- dijo la niña de la nada.

-Claro que lo fue, si no hubiera nacido nada de esto pasaría- dijo el chico soltando lágrimas gruesas, estaba desahogándose con una completa desconocida. Era tan fácil que un niño soltara sus pensamientos, que para Umiko no fue difícil saber el estado de ánimo de Hanemiya.

Lamentablemente el ya no podía más con el maltrato psicológico que recibía.

-Tu pediste nacer?- dijo Umiko en forma de pregunta

-No- dijo Hanemiya de manera firmé

-Entonces no es tu culpa- dijo la niña mientras se acercaba a el a paso lento.

-oye porque te acercas tanto- decía el niño desconfiado al ver a la peli-blanca acercarse de sobremanera. Aun limpiando sus lagrimas.

Sin previo aviso Umiko abrazo a Hanemiya, el por instinto la abrazo de manera protectora, así como abrazaba a su madre después de los abusos de su padre, necesitaba urgentemente ese abrazo.

Y así sucedió durante largos días, esos días se convirtieron en semanas y esas semanas en meses, y de un momento a otro Umiko y Kazutora tenían ya 1 año de conocerse, Kazutora le tomo demasiado apreció después de todo Umiko si llego a ser su salvación... su superhéroe.



Umiko y Kazutora están charlando animadamente, mientras paseaban juntos por Shibuya.

Umiko había sido descubierta por su madre, su madre sabía que ella salía a encontrarse con otro niño.

-Umiko- dijo Kazutora sacando de sus pensamientos a la albina.

-Sucede algo- pregunto la niña.

-Etto... nada, no me hagas caso- dijo el regresando a su habitual sonrisa.

A Umiko no la podía engañar ella sabía que algo malo sucedía. Sus ojos dorados lo decían todo.

-Hanemiya, que vas a hacer- dijo la peli-blanca parando de caminar- a mí no me puedes engañar y aún así lo haces.- dijo la chica un poco dolida y molesta a la vez.

El no hablo y siguió caminando.

-Hanemiya!- dijo al chica.

-Que cosas dices Umi-chan -el joven de ojos dorados hablo con burla y diversión en su voz.

Ese mismo día durante la noche Umiko decidió seguir a Kazutora, sabía que algo tramaba y no quería que nada malo le sucediera.

No se esperaba lo que estaba presenciando, Kazutora estaba a punto de robar una tienda de motocicletas.

Umiko con sumo cuidado entro detrás de los dos peli-negros.

Ese día Umiko salvó de una muerte segura a Shinichiro y salvo de ir a la correccional a Kazutora. Ella cambio un gran detonante para el futuro.

Kazutora nunca pensó que ella lo respaldará en todo momento, eso hizo que el la apreciará tanto que si alguien la llegaba a tocar, el mismo lo haría sufrir de por vida.

Kazutora nunca pensó que ella lo respaldará en todo momento, eso hizo que el la apreciará tanto que si alguien la llegaba a tocar, el mismo lo haría sufrir de por vida

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Créditos a su respectivo autor

Let me take care of you  Hanemiya (Kazutora x tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora